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Combustibles sintéticos para la aviación del futuro

Los combustibles sintéticos o de “diseño” son producidos a partir del carbón, el gas natural y biomasa. Estos carburantes podrían reemplazar la gasolina o keroseno tradicional en la aviación comercial.

Imagen: picture-alliance/dpa

La Agencia alemana de Investigaciones Aeronáuticas y del Espacio (DLR), en coordinación con la empresa privada, desarrolla nuevos tipos de combustible sintético que no solo pueden reemplazar la keroseno, sino que incluso son mejores que este.

El equipo de investigación de Clemens Naumann, del Instituto para Técnicas de Combustión del DLR, con sede en Stuttgart, analiza las propiedades de combustión de nuevas sustancias sintéticas o biológicas comparándolas con la gasolina tradicional, conocida en la aviación internacional como Jet A-1 y utilizada en todo el mundo, con excepción de Estados Unidos. Una de las ventajas de Jet A-1 es que su punto de congelamiento es de -47° C.

El keroseno de carbón, patentado por Sudáfrica y ya certificado para el uso comercial, se vislumbra como una verdadera alternativa teniendo en cuenta las grandes reservas mundiales de carbón. Clemens Naumann:

“Ya se dispone de combustible para aviones fabricado de carbón y conocido por la sigla CtL que indica la vía del procesamiento desde el carbón hasta convertirlo en sustancia líquida. Este tipo de gasolina ya se puede usar.

Biogasolina para aviones producida en Alemania con plantas de diferentes partes del mundo.
Biogasolina para aviones producida en Alemania con plantas de diferentes partes del mundo. Imagen: DW/J. Ospina-Valencia

Aparte del carbón, el gas natural ofrece otra alternativa menos contaminadora para la producción de los combustibles de la próxima generación de aviones y denominado Gas to Liquid o GtL, por sus siglas, como explica Clemens Naumann:

“Otra alternativa la ofrece, en efecto, el gas natural. En Qatar, por ejemplo, consorcios surafricanos y británicos ya cuentan con dos plantas de las cuales una produce, diariamente, 200 mil barriles de combustible sintético, obtenido de gas natural. El gas natural lo tratan según el método Fischer-Tropsch y fabrican así gasolina y diesel para autos o aviones. Interesante es que la materia prima convertida en combustible es gas que, de lo contrario, hubiera sido quemado sin ningún uso útil.”

Naumann se refiere al proceso Fischer-Tropsch, que es un proceso químico para la producción de hidrocarburos líquidos como la gasolina, el keroseno, el gasóleo, y toda una gama de lubricantes, a partir de gas de síntesis (CO y H2). Este proceso químico lleva el nombre de sus inventores en la década de 1920, los alemanes Franz Fischer y Hans Tropsch.

“Una de las tareas de los científicos alemanes fue la de investigar, en cooperación con diversos consorcios energéticos y de la aeronáutica mundial, en qué medida las características del combustible de gas llenan los requisitos del keroseno Jet A-1, el estándar de uso comercial. Eso implica estudiar la conducta de las turbinas en las condiciones existentes a unos 10.000 metros de altura; o sea, a temperaturas bajo cero y a mínima presión atmosférica. ¿En caso de apagar las turbinas en estas condiciones logran encenderse de nuevo?”

Los primeros vuelos comerciales con un 50 por ciento de combustible de gas ya fueron realizados exitosamente. Y los resultados de emisiones y ruido superan las expectativas. Una vía, que según los científicos del DLR, tiene gran potencial, toda vez que los hidrocarburos sintéticos tienden un puente hacia el desarrollo de biocombustibles, para cuya producción también se puede implementar el método Fischer-Tropsch.

“La pregunta es de dónde deben venir las plantas para producir gasolina, puesto que no deben ser plantas que sirvan de alimentos. La jatrofa, por ejemplo, no es una planta alimenticia y puede cultivarse en terrenos muy secos y salinos no aptos para otros productos.

Autor: José Ospina-Valencia

Editor: Enrique López