De Facto: la actualidad de semanal europea

25 aniversario de Chernóbil; debate sobre Schengen; condena a Siria; y monarquía británica.

Aquí termina la localidad luxemburguesa de Schengen, símbolo de una Europa sin controles fronterizos.Imagen: picture-alliance/ dpa

1. 25 años de Chernóbil

Ucrania, toda Europa y el mundo recordaron esta semana el desastre nuclear de Chernóbil. De fondo, 25 años después, el nuevo desastre aún inconcluso de Fukushima, en Japón, y el debate social en torno al futuro de la energía nuclear, especialmente fuerte en Alemania.

“Lo dije entonces, en mi primer día como ministro de Medio Ambiente, tenemos que inventar un futuro sin energía nuclear. Y hoy sigo pensando lo mismo. Nos hemos desarrollado muy poco en dirección a liberarnos de la energía atómica”, recordaba y advertía Klaus Töpfer, uno de los primeros ministros alemanes de Medio Ambiente, más tarde director del programa ambiental de Naciones Unidas.

En Alemania, por lo pronto –tras masivas manifestaciones populares, cierres temporales de plantas y advertencias de la industria energética–, representantes de la ciencia, la economía, la política y el activismo civil han integrado una “comisión de ética”.

Creado a instancias de la canciller, Angela Merkel, este “consejo de sabios” debe asesorar al Gobierno en torno al tema a debate: qué tan rápidamente se puede poner fin a la generación y al uso de la energía atómica en el país, sin vaciar el bolsillo del consumidor.

2. ¿Cambios a Schengen?

Como consecuencia de la ola de migrantes tunesinos que ha alcanzado a Europa, Italia y Francia, principales países de destino, exigen un refuerzo del control de las fronteras externas de la Unión Europea, así como controles a la libre circulación de personas dentro del bloque. lo tiene tan claro como su homólogo francés, Nicolás Sarkozy:

“Queremos reforzar la agencia de gestión de las fronteras europeas, Frontex, y reformar el Tratado de Schengen, para poder garantizar su cumplimiento futuro”, dijo Sarkozy en conferencia de prensa conjunta tras la reunión con su homólogo italiano Silvio Berlusconi.

Con ese pedido, ambos mandatarios enviaron una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El vocero de la Comisión Europea, Olivier Bailly, saludó la misiva, pero dijo que el tratado es “intocable”, aunque se discutirán sus interpretaciones para evitar confusión en su aplicación.

“No se trata de eliminar Schengen. Las reglas de Schengen forman parte de los Tratados de la Unión Europea y hay que respetarlos, en caso contrario hay que salirse de la UE. Pero sí es posible, en su marco, introducir temporalmente controles fronterizos”, aseguró Bailly.

3. No a una solución a la Libia para Siria

Los cuatro países europeos del Consejo de Seguridad de la ONU (Alemania, Francia, Reino Unido y Portugal), no consiguieron apoyo en el organismo para una declaración de condena a la represión contra manifestantes pacíficos en Siria. Así que la Unión Europea se concentra ahora en aprobar sus propias sanciones. Un embargo de armas, restricciones de viajes a políticos sirios y el congelamiento de capitales y de ayuda económica, están sobre la mesa.

A la luz de la experiencia en Libia, el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, reafirma su apuesta por la presión política: “Soy escéptico con las soluciones militares. Creo que las acciones militares no traen al final la paz y estabilidad duraderas que prometen. Nosotros aspiramos a soluciones políticas”.

4. Monarquía británica alerta

Y mientras Isabel II parece eterna en sus 85 años cumplidos y casi 60 años de reinado, también la monarquía constitucional parece perpetuarse como la eterna forma de Gobierno en el Reino Unido. Incluso el antiguo primer ministro laborista, Toni Blair, lo confirma –en medio del debate provocado por una boda a la que no fue invitado:

“La gente se pregunta si la monarquía cabe en el mundo moderno. Pero curiosamente, la Casa Real parece hoy más estable que en antes”, dice Blair, en alusión a una serie de divorcios y escándalos del pasado reciente. La clave, ha sido modernizarse a tiempo, asegura Peter Kellner, jefe del instituto británico de opinión pública, YouGov.

“La monarquía británica no ha sido siempre popular pero ha logrado salvarse a sí misma una y otra vez. Desde el siglo XIX, con la reina Victoria, han sabido captar el sentir popular y modernizarse justo lo suficiente para no dejarse sacar del juego por los republicanos. Es un proceso de adaptación constante”, advierte Kellner, “y esta boda es parte de él”.

Autora: Rosa Muñoz Lima

Editor: José Ospina Valencia