El futuro de la astronáutica alemana
Los planes de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán) para los próximos años van más allá del lanzamiento de nuevos satélites para el sistema de navegación europeo Galileo y otros satélites comerciales de comunicación.
En 2013, la ESA lanzará diferentes satélites de observación terrestre para registrar cambios del campo magnético u observar el desarrollo de la flora.
Pero también la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que orbita alrededor de la Tierra a entre 360 y 400 kilómetros de altura, sigue siendo un importante laboratorio de investigación.
La nueva generación de vehículos de transporte espacial
La ISS debe ser abastecida regularmente. En 2014 se lanzará el último vehículo de transporte espacial europeo ATV o vehículo de transferencia automatizado. Hace tres años, la Agencia Aeroespacial Estadounidense, NASA, suspendió su programa del transbordador espacial.
Por ello, la Agencia Espacial Europea y el Centro Aeroespacial Alemán siguen desarrollando el ATV con ayuda de la NASA. El nuevo módulo, de nombre ORION, transportará mercancías y personas.
Thomas Reiter, actual director de astronáutica tripulada de la ESA, se muestra emocionado con la cooperación: “Es la primera vez que jugamos un papel importante junto con la NASA en un ámbito clave del desarrollo de sistemas de transporte tripulados.” La ESA aportará el módulo de propulsión central para la cápsula espacial ORION, donde vienen incluidos los sistemas vitales como el control del aire y la temperatura.
¿Rumbo a la primera misión tripulada a Marte?
Al astronauta Thomas Reiter le fascina sobre todo la idea de que ORION no solo volará a la estación ISS, sino también a otros destinos más lejanos: “Los primeros dos vuelos de prueba serán alrededor de la luna. Para las futuras misiones existen diferentes destinos posibles. Los puntos de Lagrange, en donde se neutralizan las fuerzas de atracción de la Tierra, la Luna y otros astros, son uno de ellos.”
Los puntos de Lagrange son las cinco posiciones en un sistema orbital que permiten a un objeto estar en una posición fija en el espacio con respecto a dos objetos más grandes, como es el caso de un satélite con respecto a la Tierra y la Luna. Podrían servir como base para otras expediciones, por ejemplo, a Marte. Allí también se podrían construir naves espaciales o instalar un centro logístico, por ejemplo, para viajar a la Luna.
Descubriendo al ser humano a través del universo
Muchas misiones de investigación del universo también aportan concimientos útiles para los humanos. A través de la aeronáutica, el hombre mismo se vuelve un objeto de investigación.
Johann-Dietrich Wörner, presidente de la junta directiva del DLR, explica que las investigaciones no solo giran en torno a las estancias largas lejos de la Tierra, sino también a problemas más cotidianos: “Por ejemplo, los estudios del sueño: ¿cómo se puede dormir con ruido, qué efectos tiene eso sobre el cuerpo? También podemos investigar el efecto de los vuelos de larga distancia, con presión atmosférica reducida, sobre las personas.”
DEOS, taller espacial de reparaciones
Thomas Reiter también señala la importancia de evitar basura en el universo. Actualmente, se conocen 16.000 objetos, de un tamaño mayor a un centímetro, que orbitan alrededor de la Tierra. Estas piezas, que viajan a aproximadamente 28.000 kilómetros por hora, pueden colisionar con satélites o con la ISS y dañarla.
Para impedirlo, el DLR ha creado la Misión Alemana de Servicio Orbital (DEOS, por sus siglas en alemán). Según Wörner, es una especie de taller de reparaciones y recolectación de residuos voluminosos: “Se trata de atrapar satélites con propensión defectuosa. Estos se pueden mantener en órbita para que sigan funcionando o se puede provocar una caída controlada a capas de la atmósfera terrestre más bajas. También se pueden alejar de la Tierra, en una órbita segura, donde no molesten a nadie.”
Autor: Fabian Schmidt/ VC
Editor: Emilia Rojas Sasse