100 años aprendiendo a ser felices

Pocos días antes del centenario de la primera congregación budista en Leipzig, llegó el máximo guía espiritual tibetano a Alemania. Antes de asisitir al congreso ecuménico en Berlín, se reunió con el ministro del Exterior alemán, Joschka Fischer y el presidente del Parlamento alemán, Wolfgang Thierse, para promover la paz duradera en el mundo.

Una iniciativa alemana, que apoya la autonomía del Tibet, criticó que el Dalai Lama no fuera recibido también por el canciller, Gerhard Schröder. Fischer por su parte, le aseguró al Premio Nobel de la paz que el gobierno alemán apoya "el derecho de los tibetanos a la autonomía religiosa y cultural". La embajada china en Alemania, en cambio, se mostró muy en desacuerdo con el encuentro entre Fischer, Thierse y el Dalai Lama, declarando que "Tibet es parte del territorio chino y por lo tanto los asuntos referentes a esta región, son asuntos internos chinos únicamente". Asimismo, añadió un vocero de la embajada china, "un encuentro con políticos alemanes hiere los sentimientos del pueblo chino y está en contradicción con la política que mantiene el gobierno alemán con China".

Sonreír y ser feliz

Unas veinte mil personas se congregaron para presenciar al Dalai Lama participando de una mesa redonda sobre el tema "visiones para una ética global", durante el congreso ecuménico en Berlín. El guía espiritual de los tibetanos fue recibido por el público, en su mayoría jóvenes, con el mismo entusiasmo que una estrella pop. "El Dalai Lama es muy cool", comentó uno de los espectadores, Tobias Vogel, de 15 años de edad y añadió "me da inspiración para mi vida religiosa". Cada gesto del budista era observado atentamente por miles de ojos fascinados, que trataban de captar -hasta en su forma de servirse un vaso de jugo- algo de su capacidad de ser feliz. "No puedo reconocer las caras de cada uno de Ustedes", dijo el Dalai Lama dirigiéndose al público presente, "pero creo que todos están sonriendo. Y eso me hace feliz". Siempre de buen humor y animado, aunque un poco afónico, proclamó un discurso sobre una "vida sin violencia" en inglés y en su lengua materna. El público lo aplaudió de pie durante varios minutos.

Jesús te ama

Su Santidad, el XIV Dalai Lama, aceptó gustoso una camiseta con la inscripción "Jesús te ama", que le fuera arrojada al escenario y comentó que "a pesar de la diversidad exterior, no existen diferencias entre los seres humanos". Asimismo afirmó que "nuestra principal meta en la vida es ser felices". El premio nobel de la paz constató que "el plano espiritual es más dominante que el físico. La felicidad espiritual y el sufrimiento físico son muy influenciables por nuestra actitud interior. Es decir, una misma situación puede ser percibida de un modo completamente distinto, si se asume otra actitud espiritual".

Océano de sabiduría

El Dalai Lama, cuyo nombre significa ‘océano de sabiduría’ conquistó a protestantes y católicos por igual, gracias a su actitud abierta ante la gente.
Dentro de las distintas corrientes del budismo se encuentra la escuela tibetana, que es la que cuenta más fieles en Alemania. El número de budistas en Alemania se estima en 270.000, de los cuales 150.000 son alemanes y el resto sobre todo vietnamitas y tailandeses. Pero el Dalai Lama no es la única razón por la cual tantos alemanes se convierten al budismo. Según Michaela Doepke, vocera de la Asociación Budista Alemana, los alemanes se ven atraídos por la compasión y sensibilidad profesada por esta religión. "Tal vez los rituales budistas encajan mejor en nuestra sociedad tecnificada", especula Doepke.

Las próximas escalas del Dalai Lama en su gira por Europa serán Múnich y Copenhague. En Múnich participará de la conferencia "Medicina en el contexto de las culturas", que presentará las medicinas tradicionales asiáticas (medicina china y tibetana, Ayurveda y la medicina árabe Unani) y su posibles combinaciones con la medicina occidental.