40° aniversario de la muerte de Konrad Adenauer

"Damas y caballeros, con mucho gusto me pongo a su disposición para responder a sus preguntas. El "con mucho gusto", por favor, pónganlo entre comillas."

Sarcástico, solitario, astuto, sobrio, terco son algunas de las características de un personaje que consiguió estampar su firma en la joven República Federal de Alemania como ningún otro.

Su biografía es la historia de un hito social. Hijo de un secretario del Tribunal de Apelación de Colonia, cursó los estudios de derecho gracias a una beca. Tras su matrimonio con la hija de una familia influyente, en 1906 fue contratado como concejal en el Ayuntamiento de Colonia. Entonces despegó su carrera política.

El despegue

En 1917, Adenauer fue elegido alcalde de Colonia. Su labor de transformación y modernización de la urbe fue una pequeña muestra de lo que conseguiría años después a nivel nacional.

Hombre de ideales republicanos, éstos le costaron la alcaldía al llegar el Partido Nacionalsocialista al poder en 1933. Sin embargo, tras la victoria del bando aliado, Adenauer la recuperó gracias a los americanos. Un año más tarde los británicos, quienes habían "heredado" la zona tras el reparto de Alemania, se la volvieron a arrebatar.

"Cuando uno no encuentra la mejor solución en un momento dado, ha de tomar la segunda o la tercera alternativa." Hombre práctico, Adenauer utilizó su retirada forzada de la alcaldía para poder abrirse camino en otro mundo, para el que tenía unas aptitudes y conocimientos notables, el de la política, al que se dedicaría de lleno a partir de 1946. Enseguida sería nombrado presidente de la CDU (Unión Demócrata-Cristiana) de la región de Renania, y un mes más tarde de toda la zona de ocupación británica (Baja Sajonia, Renania del Norte-Westfalia, Schleswig-Holstein y Hamburgo). En 1948 fue nombrado Presidente del Consejo Parlamentario, organizado por los Aliados con el objetivo de redactar una Constitución para Alemania. Entonces Adenauer se ganó el respeto de muchos, gracias a lo que fue elegido canciller el 15 de septiembre de 1949.

Fue a partir de ese momento, cuando se empezaron a sentar las bases para instaurar la nueva democracia alemana: Adenauer reconcilió a su país con Francia, estableció una economía de mercado y un sistema de seguridad social, que son la base de la sociedad alemana actual…

El mismo canciller era el primero en sorprenderse del hecho de que él fuera el único que supiera lo que era bueno para su país. Por eso no quería dejarse influenciar por nadie, y menos por la prensa. Ya fuera entablando relaciones con Occidente, o a través del rearme de la República, o de la decisión de tomar el tercer párrafo de la canción de Alemania (Deutschlandlied) como himno nacional o de nombrar Bonn capital de la República, Adenauer intentó atraer a las mayorías para apoyar sus decisiones.

"Cuando digo que hablo para los miembros de la oposición, siempre lo hago con cuidado a propósito, porque no estoy muy seguro de quién pertenece a ella."

De tropiezo en tropiezo

Tenía 87años cuando abandonó su cargo de canciller el 15 de octubre de 1963. A pesar de su gran contribución a sacar Alemania del "bache" de la II Guerra Mundial, cometió una serie de errores que enturbiaron su reputación.

Por un lado, hizo todo lo posible para obstaculizar la llegada al poder del que se consideraba su sucesor, Ludwig Erhard, para mantenerse él mismo en el puesto. Y es que una de las características más marcadas de su carácter era precisamente la desconfianza: En una conversación con Carlo Schmid, del Consejo Parlamentario, dijo Adenauer que "lo más importante entre usted y yo no es la diferencia generacional, sino otra cosa: que usted cree en las personas y yo no".

Por otro, la intentona de abrir un canal de televisión controlado por el gobierno para hacer la competencia a la ARD, el canal de TV público, se suma al "Caso Spiegel"; Adenauer encargó al ministro Franz-Josef Strauss que denunciase al semanario Der Spiegel por publicar un artículo crítico sobre el ejército alemán.

Pero fue también el hecho de que, con motivo de la construcción del Muro de Berlín, Adenauer visitara la capital dos semanas más tarde de los hechos, otro factor que contribuyó a que la salida del poder del canciller no fuera tan brillante como hubiera cabido esperar, si tenemos en cuenta sus logros.

Adenauer murió el 19 de abril de 1967, habiendo contribuido, entre otras cosas, a que la CDU sea un partido grande y poderoso hoy día.