¿Por qué Pakistán no se ha dado cuenta de su potencial?
15 de agosto de 2022Este fin de semana se cumplieron 75 años de la independencia de Pakistán, pero Islamabad no planificó ninguna ceremonia especial, más allá del izado de bandera, fuegos artificiales en la capital y la emisión de un nuevo billete de 75 rupias (0,34 euros).
Pero 75 rupias no valen ya lo que antes. La inflaciónha alcanzado el 25 % respecto al año pasado, y la subida de precios afecta a productos básicos como alimentación y energía. La agitación económica está ejerciendo una fuerte presión sobre el nuevo Gobierno de Pakistán, en medio de largas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional sobre un acuerdo de rescate para evitar un catastrófico impago de su deuda externa.
El ciclo de malestar económico en Pakistán, explica Husain Haqqani, exembajador del país en Estados Unidos, tiene sus raíces en profundos problemas estructurales que datan de décadas atrás. "La explicación habitual del relativamente poco inspirador desempeño económico de Pakistán es que las riquezas del país son saqueadas regularmente por políticos y burócratas corruptos, lo que lo hace parecer más pobre de lo que es", afirma. Pero, para él, los problemas económicos de Pakistán van más allá de la mera corrupción.
La presión fiscal es de las más bajas del mundo y las exportaciones también. Así que el Gobierno se enfrenta a una persistente escasez de ingresos y de divisas. "Los sucesivos líderes paquistaníes optaron por depender de la ayuda exterior, mientras desarrollaban su capacidad militar, ignorando los fundamentos de la economía", lamenta Haqqani, que actualmente es director para Asia Meridional y Central en el Instituto Hudson, un centro de estudios en Washington D.C.
Sin embargo, no siempre fue así. Según el renombrado economista Kaiser Bengali, Pakistán buscó un desarrollo sólido tras su independencia en 1947. La apertura comercial en torno al año 2000 hizo que el gasto público y las importaciones comenzaran a superar con creces a los ingresos fiscales y las exportaciones… y la brecha se cubrió con préstamos extranjeros. "Hoy, los préstamos se contratan solo para pagar préstamos anteriores, no para ningún proyecto de desarrollo", explica este experto a DW.
La inestabilidad política de Pakistán
Menos ingresos del Gobierno significan menos recursos para los servicios públicos, lo que a su vez contribuye a la inestabilidad política. En mayo, el ex primer ministro Imran Khan fue destituido tras una moción de censura, por su mala gestión económica. Entoces, afirmó que fue "derrocado" por un "Gobierno importado respaldado por Estados Unidos", dando lugar a protestas en las calles. Y, hasta hoy, sigue siendo una fuerza política desestabilizadora.
Durante décadas, el Ejército de Pakistán ha sido una influyente fuerza política y económica. Los opositores de Khan le han acusado de ser un "títere" del Ejército, al que algunos analistas acusan incluso de haber manipulado las elecciones por las que llegó al poder, lo que tanto los militares como Khan niegan.
Maleeha Lodhi, exdiplomática paquistaní, explica a DW que el país ha "alternado entre el gobierno militar y el gobierno civil en un patrón cíclico", que también "ha dejado un legado de asimetría de poder entre instituciones elegidas y no elegidas". Esto ha "contribuido enormemente" a los problemas de gobernanza en Pakistán, que "son también el resultado de los compromisos geopolíticos heredados de la Guerra Fría" y de la geopolítica de la región.
Archirrival: India
Desde 1947, cuando Pakistán se independizó tras la disolución del Raj británico y se separó de la India, la política exterior de Islamabad se ha centrado en su archirrival. "La política exterior y la diplomacia de Pakistán han sido impulsadas por un paradigma basado en la ideología, que se ha centrado en la paridad con su vecino más grande", explica Haqqani. "Las relaciones con Estados Unidos durante la Guerra Fría, con China e incluso con países del mundo musulmán se han centrado en el factor India, en lugar de garantizar la seguridad nacional y fomentar el desarrollo económico", agrega.
Esta rivalidad también se refleja en este aniversario. Los paquistaníes notan que su Gobierno ha estado menos interesado en celebrar la independencia de la corona británica que la India, donde los preparativos se prolongaron durante meses. "Este año parece que hay muy poco entusiasmo por las celebraciones del Día de la Independencia", dijo a DW Osama Malik, residente de Islamabad. "Recuerdo la celebración del 50 aniversario. El Gobierno invitó a varios músicos y organizó un espectáculo justo en frente del Parlamento", rememoró.
"Pakistán ha progresado en muchas áreas, incluyendo sacar a la gente de la pobreza extrema y construir una base industrial y agrícola significativa. Su clase media, mucho más numerosa ahora, contribuye de muchas maneras al progreso del país. Pero persisten desafíos importantes. Muchos se superponen y se han estado reforzando mutuamente en un círculo vicioso durante décadas", dice Lodhi.
Farzana Bari, activista de derechos y académica, explica a DW que, durante décadas, las clases dominantes de Pakistán han servido únicamente a los "intereses coloniales de la élite gobernante". "Los sucesivos gobiernos no han gastado en recursos humanos, principalmente en educación y salud", lamenta. No obstante, cree que hay esperanza de que la juventud paquistaní cree una sociedad civil más fuerte, que lleve al país por la "senda del progreso". (lgc/rml)