A 70 años de los “cristales rotos”
5 de noviembre de 2008En noviembre, la Historia se aglomera en Alemania. En 1918, un nueve de noviembre, se proclamó la República y se dio por terminada la monarquía; en 1923, los nacionalsocialistas liderados por Adolf Hitler organizaron desde Baviera una marcha en contra de la endeble República. 15 años más tarde, ya en el poder, fingiendo un levantamiento popular en contra de los judíos, los nazis hicieron arder las sinagogas en Alemania, se arrasaron sus almacenes e inmuebles y se maltrató brutalmente decenas de miles. El genocidio había empezado.
Que el 9 de noviembre de 1989 cayera el Muro de Berlín es la ratificación de la carga histórica de los noviembres alemanes. Los aniversarios están a la puerta: el próximo año, se celebran los 20 años de la caída del cerco que dividía ambas Alemanias; éste, los setenta de aquella noche que en que el fuego y la violencia marcaron el comienzo oficial de la infamia cuya horrenda “solución final” fue el exterminio de millones en los campos de concentración.
Setenta años después
Para remarcar la importancia de los 70 años de “la noche de los cristales rotos” y subrayar la responsabilidad histórica de Alemania hacia el pueblo judío, y por ende con el estado de Israel, los partidos alemanes preparaban una declaración conjunta en contra del antisemitismo. La Historia vuelve a mezclarse, y de la planificada señal conjunta, surgieron dos, por separado: una de la unión cristianodemocráta, los socialdemócratas, los verdes y los liberales. Otra, de Die Linke. Los conservadores no quisieron poner su firma al lado de las de los herederos del todopoderoso Partido Socialista Unificado (SED), que en la antigua RDA, había hecho del antisionismo y la lucha contra Israel una razón de Estado.
Independientemente de lo anterior -por muchos criticado como nimias riñas partidistas- la declaración del Bundestag que expresa su solidaridad con Israel, se compromete a proteger y cuidar de la vida y la cultura judía en Alemania y a velar porque el antisemitismo no se propague.
Testimonio de una superviviente
Charlotte Knobloch, presidenta del Consejo Alemán de Judíos, superviviente del terror nazi, recuerda haber sufrido en carne propia la infame Kristallnacht y resalta la importancia de este aniversario para las generaciones más jóvenes. “Hay que ver las cosas claras. Sucedió hace 70 años, y es probablemente la última oportunidad de hablar con testigos presenciales. No sólo en este aniversario; hay que cuidar que las generaciones posteriores, en los años subsiguientes no olviden lo sucedido”, dijo Knobloch en entrevista a DW-WORLD.
La presidenta de la organización que representa a 107 comunidades judías que aglutinan a 110.000 miembros en toda Alemania iba de la mano de su padre el 9 de noviembre de 1938 cuando vio que un automóvil los esperaba a la puerta de la casa del familiar a donde se dirigían. Al abrirse la puerta de la casa, el tío –con manchas frescas de sangre en la cabeza- fue metido a puntapiés en el vehículo. Charlotte Knobloch fue rápidamente evacuada de la ciudad.
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Nueve de noviembre de 2008
En la sinagoga de la Rykestraße de Berlín, Knobloch dará un discurso durante el acto oficial del Gobierno alemán; la canciller alemana, Angela Merkel hará lo mismo. En diversas sinagogas de ciudades alemanas, el pogromo, el Holocausto y el destierro a los que fueron sometidos serán tema de numerosas ceremonias. Núremberg -el epicentro de ola de ataques, donde el terror se cobró 19 de las 91 víctimas mortales de la Kristallnacht y de donde salieron al día siguiente miles judíos en dirección al campo de concentración de Dachau- será el domingo centro de ceremonias religiosas de diversas confesiones.
Antisemitismo hoy
Setenta años y mucha sangre después, el antisemitismo no ha desaparecido. De un aumento de actos violentos informa la Oficina Federal para la Investigación Criminal. Un antisemitismo latente también percibe Charlotte Knobloch: “se trata de clichés y prejuicios… El tema es Israel. La sola comparación de los israelíes con los nazis, con Hitler, es un acto de antisemitismo”, asevera esta activista, reconociendo el derecho a criticar al gobierno de Israel y oponiéndose a alimentar sentimientos de culpabilidad en las generaciones más jóvenes. En su opinión -que comparten diversas personalidades que toman parte activa en las ceremonias de conmemoración- es, sin embargo, vital mantener vivo el recuerdo de los acontecimientos de ése y de los otros nueve de noviembre… como una advertencia hacia el futuro.