¿A nadie en Europa le importa la violencia en México?
18 de febrero de 2018Jair Cabrera, autor de las imágenes que acompañan este artículo, trabajó una década retratando la violencia en su Ciudad de México natal y en todo el país. Hasta que en mayo de 2017 fue asaltado en Guerrero. Salió con vida, pero sin sus fotos y con la certeza de que estaba señalado. Dos días después, un compañero suyo cercano murió asesinado en Culiacán. Ahí fue cuando decidió irse a Madrid.
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"En España no hay demasiado interés sobre la violencia en México", dice Jair Cabrera desde la capital española a DW. "Eso es lo que intentamos hacer los periodistas que trabajamos allá: que la situación salte a los medios internacionales para que, de alguna manera, haya mucha más presión para el Gobierno mexicano", resume. Para él, el verdadero problema es la corrupción y la implicación, a todos los niveles de gobierno, de la clase política mexicana en las propias mafias violentas. Aunque admite no saber "de qué manera podría ayudarse" desde España a solucionar el problema.
Balbina Flores, corresponsal en México de Reporteros sin Fronteras, sí tiene claro lo que se debería hacer: "Enviar misiones de observación que permitan poder constatar los resultados reales de los compromisos que el Estado mexicano ha asumido con la comunidad internacional". Según especialistas españoles, el programa mexicano de protección a periodistas, por ejemplo, es impecable sobre el papel. El problema es simplemente que, en demasiadas ocasiones, no se cumple. Los asesinatos de periodistas son una gota en un mar de violencia, pero "llevan un mensaje inmediato a su entorno cercano, que es acallar a sus compañeros y otros medios y, como consecuencia, atemorizar a la sociedad".
¿Tiene España algo que decir?
Desde el Ministerio de Exteriores español declinan hacer cualquier declaración al respecto y remiten a la información oficial publicada en su página web, donde se detallan los acuerdos que rigen la estrecha relación bilateral. No parece un tema que esté en la agenda. "La situación es muy delicada, pero desde la perspectiva española se entiende que la gestión de la misma está en manos de las autoridades mexicanas, que es a las que corresponde solucionar el tema, y lo que se hace en estos casos es ofrecer colaboración y poco más", explica Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del prestigioso Instituto Elcano.
"Un buen punto de comparación es lo ocurrido cuando Trump anunció la construcción del muro fronterizo: desde México se pidió contención a los gobiernos tanto latinoamericanos como europeos… y se le hizo caso", recuerda. "Hacer una declaración es muy sencillo: la cuestión es cómo se puede ser más eficaz en la ayuda a México para combatir la violencia, si prestando asistencia técnica –que la hay, advierte, tanto a nivel judicial como policial– o, por el contrario, dando declaraciones altisonantes y tomando postura pública".
Un tema espinoso
A los partidos políticos, como al Gobierno español, tampoco parece resultarles cómodo hablar de la cuestión. Ni Podemos, de izquierdas, ni Ciudadanos, liberales, responden a nuestro requerimiento para comentar el tema. Sí lo hace el partido socialista PSOE, pero como no ha habido iniciativas parlamentarias al respecto en España, nos remiten a sus representantes en la Eurocámara.
El portavoz de la delegación socialista en el Parlamento Europeo, Ramón Jáuregui, recuerda que desde allí sí que se ha planteado la cuestión. Y no sólo ahora. "Hace dos años hubo una resolución en ese sentido y en los últimos meses estamos intentando que haya un nuevo debate en el Pleno de Estrasburgo sobre una declaración de 'urgencia' (así se llama el título parlamentario) para exigir a México una actuación en ese terreno más decidida". El acuerdo, explica, "no se ha producido por las resistencias por parte de la derecha europea, sobre todo aduciendo que estamos negociando el acuerdo comercial con México", aunque admite que también hay una cierta "prudencia de no inmiscuirse en los asuntos internos de un país en un período sensible, como es un período electoral".
¿Sanciones desde Europa?
La Eurocámara pidió al Gobierno de México que compareciera para informar sobre la violencia en el país y este envió una nutrida delegación. Jáuregui explica que el Gobierno mexicano atribuye el incremento de los niveles de violencia a la sustitución por parte de las mafias de la droga y del tráfico de personas de las rutas a través del Mar Caribe por rutas terrestres, forzosamente a través de México. "Ocupando determinados estados mexicanos y generando un clima de contrapoder", resume, recalcando la violencia extrema de estas bandas y lo fuertemente armadas que están. Incluso con material bélico comprado en Estados Unidos. "Hay unas nueve mil armerías en los tres mil kilómetros de frontera entre ambos países, ese fue uno de los datos que más llamó la atención de los europarlamentarios", expone a modo de ejemplo. Además, es la demanda en ese país la que mantiene las redes delictivas. Si en México murieron el año pasado casi treinta mil personas asesinadas, en Estados Unidos murieron más del doble por sobredosis de opiáceos.
Jáuregui explica que varios movimientos pro derechos humanos de México han venido presionando para que la Unión Europea no se limite a emitir declaraciones de condena y que incluya la posibilidad de sanciones en el acuerdo global que se negocia actualmente con el gobierno mexicano. "Hay una cierta comprensión por nuestra parte en relación a la magnitud del problema al que se enfrenta el Gobierno de México, con ese enorme grado de delincuencia organizada y la dificultad de combatirla, pero Europa quiere ayudar, no sólo condenar, y en ese terreno estamos intentando que el capítulo de derechos humanos forme parte importante del nuevo acuerdo con México". "Incluyendo una gradación de sanciones que nos permita una dialéctica más eficiente en ese tema", advierte.
Eso ayudaría a presionar al Gobierno mexicano, ¿pero reduciría la violencia? "Un problema tan polifacético requiere también medidas complejas", resume Malamud, que lo aborden "desde el ámbito policial, desde el Ejército, la Infantería de Marina, que también ha tenido un papel primordial... pero también tiene que haber un correlato en el frente judicial, carcelario y también medidas educativas y sanitarias". "Así como es imposible que únicamente con mano dura se solucione esto, tampoco sólo con la educación o con la legalización se va a poder frenar la violencia".
Autor: Luis García (MS)
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