¿A quién le teme la ONU?
31 de agosto de 2006El diario Liberation, de París escribe: “Tenemos que hacernos a la idea de que Naciones Unidas no funciona para solucionar crisis regionales. Pero cuando se trata de armas atómicas la cosa es a otro precio, pues se trata de una amenaza existencial para todos los países del mundo. Y, precisamente, una de las tareas centrales de la ONU es promover la cooperación internacional.
Pero el desvalimiento de Naciones Unidas es primero que toda la flaqueza de Occidente y, sobre todo, de los Estados Unidos. La prohibición emitida contra Irán fuera más creíble si ya no hubiera ocho países que se han hecho a la bomba atómica en ‘secreto’, pero sin importarles quién lo sepa.”
Irán divide y reina
El periódico austriaco Salzburger Nachrichten advierte: “Teherán reta a Naciones Unidas. Si los poderosos de la UNO toman en serio sus propias decisiones, tendrán que imponer sanciones contra Irán. Pero Teherán espera que debido a las divisiones que reinan en el Consejo de Seguridad, no le pase nada, por ahora.
Toda la conducta del régimen iraní demuestra que lo que busca es dividir, de nuevo, a la comunidad internacional. Ya suficiente trabajo a costado reunir fuerzas para persuadir a Irán por las buenas. Pero aún más difícil será ahora para Estados Unidos lograr mantener el respaldo de diversas naciones”.
Acciones aisladas serían riesgo
El diario alemán Rheinische Post indica: “La ONU puede darle la vuelta al tema como quiera, pero lo cierto es que su política nuclear con Irán ha fracasado. El ultimátum expedido que se vence al término de este 31 de agosto fue respondido por Teherán con una fase de enriquecimiento de uranio que provoca.
Con esta reacción Teherán demuestra que lo que diga Occidente no le interesa un pepino. Teherán se siente alentado por las divisiones en el seno del Consejo de Seguridad. Si la ONU no actúa pierde su prestigio, su credibilidad. El peligro es que países que se sientan amenazados por los planes nucleares de Irán reaccionen aisladamente. Ello llevaría a una escalada sin precedentes y con riesgos incalculables.”