A ritmo de tango

Como sucede en los grandes eventos con audiencias millonarias, el partido no solo se jugó adentro de la cancha sino también afuera.

Se sabe que nadie apuesta a caballo perdedor, y el éxito en este Mundial –claro está- va de la mano del deporte más popular. En las casas de apuestas, aunque Brasil sigue encabezando el ranking, los vecinos argentinos se acercan a pasos agigantados y ya ocupan el segundo lugar, metiéndole presión hasta en las apuestas.

Maradona y Maradonas

Parece ser que los jugadores de la albiceleste son fieles a las cábalas y tienen en Maradona su gran talismán. Quieren al “Pelusa” junto a ellos, en la concentración, degustando asados y en la arenga previa al salir a la cancha.

Curiosamente, a pesar de estar acreditado como comentarista de televisión, hubo que recurrir a influyentes dirigentes de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) para que el astro argentino pudiera entrar al campo del Waldstation.

Los argentinos parecen empecinamos en fabricar, a cada rato, un nuevo Maradona. Pasó con varios y ahora le toca a Lionel Messi, alias el Pulga. Aunque los separan 30 años, tienen la misma visión del fútbol de potrero. Cuentan que el joven jugador del Barcelona estaba tan ansioso por jugar que tuvo que ser revisado en una clínica alemana.

Los mejores amantes de la pelota

El equipo de Pekerman se enfrentará el sábado a la efectiva selección de Portugal, en la localidad de Liepzig. Será una excelente oportunidad para ver en octavos a dos de los baluartes de ambos equipos y compañeros en el Barcelona: Messi y Decó. En el fútbol, como en la vida lo que valen son las intenciones: una gambeta, un pase al pie, tirar un caño… ¿Quién se anota? Todavía queda alguna reventa.

Ver jugar a estos dos crack puede hacer recordar aquello de que la pelota es femenina. Por sus formas y por la magia que transmite, la pelota es como una mujer bella. Si te enamoras debes luchar por ella, tratarla con cariño, complacerla, hacerle mimos y seducirla para que nadie te la quite.

Messi y Decó saben de qué va esto, a los dos los sedujo la misma mujer que -según cuentan- estaba en cueros.