Acuerdo con Turquía, triunfo para Merkel
18 de marzo de 2016A partir del domingo, el que salga de Turquía hacia las islas griegas debe contar con que será devuelto y, a partir de ese momento, tendrá pocas opciones de llegar a Europa de forma legal. A cambio, los europeos aceptan dar asilo a 10.000 refugiados sirios que actualmente se encuentran en Turquía. Este es el punto central del acuerdo alcanzado este viernes (18.03.2016) por la Unión Europea y Turquía en Bruselas. Turquía, en contrapartida, recibirá más fondos para alojar a los refugiados que lleguen a su territorio y está previsto que, de aquí a verano, sus ciudadanos cuenten ya con la exención de visado para viajar a cualquier país comunitario. Además, continuarán las negociaciones para preparar la adhesión de Turquía a la UE.
Que el acuerdo vaya a entrar en vigor en sólo dos días es especialmente gratificante para la canciller Angela Merkel. Y es que ella, más que cualquier otro gobernante, siempre mostró su apoyo al acuerdo a pesar de haber estado sometida a una gran presión interna. De ahí que se haya mostrado tan satisfecha tras haber logrado una solución de este tipo. Según Merkel, la cumbre ha demostrado que “Europa va a lograr superar esta prueba”. Europa ha dado un “paso muy importante” para lograr “una solución sostenible, en vez de una aparente”, al problema de los refugiados.
Muchas dudas por resolver
Pero siguen abiertas muchas cuestiones. Lo que aún no se ha decidido es qué países participarán en el programa de reasentamiento. Algunos han mostrado categóricamente su negativa a recibir refugiados. Si entre los países dispuestos a recibir más migrantes está Alemania, Merkel tendrá problemas.
Las organizaciones que velan por los derechos de los refugiados mirarán con lupa la legalidad del plan, lo que implica que Grecia y Turquía respeten y traten a los migrantes atendiendo a las normas establecidas por la Convención de Ginebra. Cada caso, por ejemplo, se tendrá que revisar de forma individual. Aquellos solicitantes que sean rechazados no podrán ser devueltos a sus países si están siendo perseguidos. Günter Burkhardt, el director de la organización “Pro Asyl”, teme que Grecia vaya a poner en marcha un “proceso de encarcelamiento y deportaciones masivas”.
Desde un punto de vista práctico, el acuerdo implica que Grecia debe crear, en poco tiempo y con la ayuda de la UE, una infraestructura capaz de procesar todas y cada una de las solicitudes de asilo y deportar a aquellos solicitantes que sean rechazados.
La amenaza realizada por Chipre –país miembro de la UE– de vetar el pacto debido a sus divergencias históricas con Turquía se ha evitado garantizando que las negociaciones de adhesión con Ankara sólo avanzarán en materia financiera y presupuestaria, parcelas en las que el Gobierno chipriota no tiene derecho a veto. El resto de aspectos se tratarán en el futuro.
Para Erdogan, el Estado de Derecho “ha dejado de tener valor”
Mientras se cerraba el acuerdo, un grupo de kurdos se ha manifestado ante la sede del Consejo Europeo en Bruselas. “No se conviertan en cómplices de este delito”, rezaban las pancartas. Acusan al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de oprimirlos en el país. Erdogan, por su parte, ha criticado duramente a la UE por permitir este tipo de manifestaciones. Los europeos “capitulan ante el terrorismo”, ha dicho, refiriéndose al grave atentado perpetrado el domingo en Ankara y cuya autoría ha reclamado una organización extremista kurda.
Erdogan parece confirmar los peores temores de los que piensan que un país de la UE no debería deportar a ningún refugiado. En relación al ataque, Erdogan dijo que las exigencias europeas en aspectos como la democracia, la libertad y el respeto al Estado de Derecho “no tienen ningún valor para nosotros”. Eso sí, este tipo de provocaciones no han disuadido a los europeos de hacer negocios con Turquía.