Acuerdos con Rusia, "un legado de Cristina Fernández"
24 de abril de 2015De la reunión de Cristina Fernández de Kirchner con Vladimir Putin se deriva bastante más que la firma de acuerdos energéticos y económicos. En el año electoral de Argentina, este gesto de acercamiento a Rusia puede interpretarse también como una clara jugada en lo referente al alineamiento de Argentina con el eje Rusia-China. Además, marca el derrotero de la política internacional del próximo gobierno que ocupe la Casa Rosada.
Interés ruso en gas esquisto
No es, como podría pensarse, el acuerdo nuclear el que reviste más importancia para ambos países, sino que todo indica que la obtención de gas esquisto a través de fracturación hidráulica horizontal (fracking) en el yacimiento argentino de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, podría ser de vital importancia. Argentina firmó un “memorándum de entendimiento” con el gigante gasífero ruso Gazprom: “Los rusos están compitiendo por el gas esquisto en Vaca Muerta con otros inversionistas estadounidenses y asiáticos, y Rusia está muy interesada en mantener ventaja en el mercado energético internacional”, explicó Víctor Mijares, politólogo y experto en seguridad internacional del GIGA, de Hamburgo, en entrevista con Deutsche Welle.
Para Vicente Palermo, politólogo y ensayista argentino, la visita de Cristina Fernández a Rusia es preocupante desde el punto de vista de la política interna y exterior: “Como presidente, yo no iría a un país gobernado por una semidictadura. Enviar al presidente de un país democrático, como considero que es el nuestro, a abrazar a un gobierno despótico me parece un error político grave”, dice el experto. “No me parece muy prudente esta visita”, agrega.
“Legado de Kirchner para el próximo gobierno”
El acuerdo nuclear con Rusia -previsto, en primera instancia, para abastecer los servicios a la población- se presenta, sobre todo en este nuevo contexto mundial de caída en el precio del petróleo, tal vez como no demasiado rentable. “Hay que ver si se concreta”, plantea Víctor Mijares. “Parece que lo que realmente quiere Cristina Fernández con estos acuerdos con Rusia es dejar un legado en cuanto a la diversificación de sus relaciones internacionales y dejar a la Argentina bien conectada con acuerdos que quizás no sean muy rentables económicamente, pero que políticamente diversifican y le dan mayor autonomía a su diplomacia”, subraya Mijares.
Una "jugada en solitario"
En cuanto a las hipótesis sobre una triangulación para negociar en el área nuclear con Irán a través de Rusia, que calentaron las redes sociales hace unos días, Vicente Palermo cree que “es improbable, pero ese tipo de suspicacias es justamente uno de los peligros a los que se somete Argentina haciendo esta jugada en solitario, en vez de fortalecer su propio desarrollo en un marco de absoluta confianza, con Brasil, por ejemplo”.
Para Víctor Mijares, el desafío en materia de política exterior será justamente el legado que deja la presidenta argentina: “Uno de los retos más importantes del próximo gobierno será lidiar con esta nueva configuración en las relaciones internacionales y jugar dentro de la multipolaridad”.