Agente Naranja: última batalla de vietnamita contra Monsanto
7 de mayo de 2021Una mujer franco-vietnamita de 79 años demandó a los consorcios químicos que fabricaron el altamente tóxico Agente Naranja durante la Guerra de Vietnam. Ahora se espera un veredicto que podría tener consecuencias trascendentales.
Las hijas de Tran To Nga preferirían que se mudara con una de ellas; una vive en Vietnam y la otra en Australia. En abril, la franco-vietnamita celebró su 79 cumpleaños. Pero la mudanza, lejos de Francia, no es una opción para Tran To Nga. Debe quedarse allí para librar lo que ella llama su última batalla.
Apoyada por varias ONG, Tran To Nga ha demandado a 14 empresas químicas ante un tribunal de Évry, un suburbio de París donde vive desde hace varios años. Todas ellas, incluidos el gigante estadounidense Dow Chemical y Monsanto, desde hace pocos años perteneciente al grupo alemán Bayer, fabricaron un defoliante altamente tóxico durante la guerra de Vietnam: el agente naranja, llamado así por las etiquetas naranjas de los barriles.
40 millones de veneno desde el cielo
El ejército estadounidense roció más de 40 millones de galones de este veneno sobre Laos y Vietnam en los años 60 y 70. Para destruir los cultivos y, sobre todo, para impedir que el enemigo se escondiera en la densa selva. Una táctica de guerra que cambió la vida de Tran To Nga.
Trabajando como periodista y profesora a mediados de los años 60, la franco-vietnamita se unió al Viet Cong comunista que luchaba contra la invasión de Estados Unidos. Un día, escuchó un avión que sobrevolaba el escondite de su grupo. Mientras le cuenta a DW este momento tan importante, marca con sus manos los movimientos del avión hacia el techo. Por curiosidad, salió entonces de su refugio, y vio una nube blanca que rápidamente descendía sobre ella. "Me envolvió, quedé completamente cubierta de un líquido, un líquido pegajoso. Casi me asfixio", dice Tran To Nga.
Ella se duchó inmediatamente y, aunque sabe que el contacto con esa sustancia no era un buen augurio, durante años no se imaginó la gravedad de lo ocurrido. Como tantas otras víctimas del Agente Naranja en Vietnam.
Su primera hija muere a los 17 meses
Unos dos años después, la primera hija de Tran To Nga, Viet Hai, ("Mar de Vietnam"), nació con un grave defecto cardíaco. "Me dejó cuando sólo tenía 17 meses", dice, y agrega que "siempre me culpé de ser una mala madre por no haber podido proteger a mi hija".
Mientras tanto, Tran To Nga está segura de que el Agente Naranja es el responsable de la enfermedad y, por extensión, de la muerte de Viet Hai. Sus otras dos hijas también sufren graves problemas de salud. La propia Tran To Nga toma varios medicamentos a diario para tratar sus diversas enfermedades, como el cáncer y la diabetes. Las opiniones de los expertos confirman que todas estas enfermedades están relacionadas con el Agente Naranja.
En opinión de Tran To Nga, los fabricantes del Agente Naranja deberían asumir la responsabilidad por el sufrimiento de ella y de muchos millones de personas en su país. Las empresas, sin embargo, rechazan la inculpación. Dow Chemical, por ejemplo, escribe en su página web que el gobierno de Estados Unidos es responsable de sus acciones militares, incluyendo el desarrollo y uso del Agente Naranja en Vietnam.
Dow Chemical continúa empero diciendo que los estudios no han establecido una relación causal entre el Agente Naranja y las enfermedades o defectos de nacimiento. Una afirmación que a muchas víctimas les puede parecer una dura bofetada.
La realidad es que se ha demostrado que la dioxina tóxica contenida en el Agente Naranja sigue contaminando el suelo y el agua en Vietnam, décadas después del final de la guerra, porque no se descompone de forma natural. A través de la agricultura y la pesca, el herbicida se ha colado a la cadena de la producción y el consumo de alimentos. El resultado es el cáncer y la discapacidad, durante generaciones.
La lucha contra el olvido
Tran To Nga subraya que no está librando esta, su última batalla, por sí misma, sino por los demás. No se nota que esté enferma, dice en una entrevista con DW. "Pero muchos otros han perdido las piernas, los pies, los brazos. O tienen marcas por todo el cuerpo. Muchos tienen graves discapacidades, pero son valientes, muy valientes".
Cuando Tran To Nga comienza a hablar de todas las personas que ha conocido en sus numerosos viajes por Vietnam, las lágrimas acuden a sus ojos por primera vez esa tarde. "Lo único que quieren es vivir con dignidad".
Y Tran To Nga considera que su labor es trabajar por esa dignidad. Sobre todo porque sabe que puede ser una de las pocas mujeres vietnamitas que tienen esta oportunidad. Desde hace algunos años, la justicia francesa admite las demandas civiles, incluso si los casos tienen lugar en el extranjero. Cualquier persona que sea francesa y esté directamente afectada - como Tran To Nga - puede demandar. Si no lleva el caso a los tribunales, el drama del Agente Naranja quedará enterrado en el pasado. Olvidado, "a pesar de las cuatro millones de víctimas en Vietnam", dice Tran To Nga.
Este lunes 10 de mayo, el tribunal de Évry tomará una decisión. Ya está claro que una de las dos partes recurrirá, sea cual sea el resultado. Si se demuestra que Tran To Nga tiene razón, sería una luz de esperanza -y un precedente- para muchas otras víctimas. Hasta ahora, solo los veteranos han sido indemnizados por los efectos nocivos a la salud provocados por el Agente Naranja. Pero no la mayoría de las víctimas: generaciones de civiles vietnamitas.
(jov/er)