"Agua fría de mar": un film costarricense sobre el crecer siendo mujer

El largometraje Agua fría de mar, dirigido por Paz Fábrega, llega a Alemania portando ya un premio en el bolsillo: el Tigre VPRO del último Festival Internacional de Cine de Rótterdam, Holanda. Ahora, intentará convencer a los cinéfilos que del 14 y al 18 de abril están disfrutando entre las ciudades de Colonia y Dortmund de películas con sello femenino.

La trama del film se desarrolla en Costa Rica y narra la historia de una joven pareja que durante unas vacaciones recoge a una pequeña que se ha escapado de su casa. A la mañana siguiente, tratarán de entregarla a sus padres, pero la niña habrá desaparecido de nuevo. DW-WORLD conversó con Paz Fábrega.

DW-WORLD: ¿Qué opina de iniciativas como este festival de cine femenino, que intentan fomentar el cine de género?

Paz Fábrega: No sé muy bien qué pienso del cine de género. Creo que mi película es muy femenina y por eso me gusta que esté aquí, porque más allá de hablar de temas de mujeres, o de estar hecha por una mujer, tiene una forma de contar que es muy femenina- indirecta y sobre cosas cotidianas.

Si sólo pudiera verse en festivales de cine de mujeres, me molestaría porque en general no me gustan las catalogaciones: películas latinoamericanas, de mujeres, cine gay... Pero como tengo oportunidad de mostrarla en diferentes contextos, y en algunos es irrelevante que esté dirigida por una mujer, y en otros no importa mucho que sea latina, no me importa demasiado y en general me parece que lo hace todo más interesante.

¿Cuál es el tema central de Agua fría de mar?

Es difícil decirlo porque en esta película se mezclan muchos temas, por eso la sinopsis dice: 'sobre las niñas tercas y consentidas y la naturaleza flotante de aquellas que ya no son tan niñas y cargan los dolores de hacerse grandes'. Estoy tratando de mostrar un estado de confusión y parálisis que tiene que ver con crecer siendo mujer, con las expectativas y presiones sociales.

En muchas sociedades occidentales se supone que las mujeres pueden hacer lo que quieran. No hay barreras visibles. Pero hay toda una red de actitudes, expectativas, enseñanzas que determinan una forma de ser. Estas redes invisibles son las más peligrosas para el alma, porque es más difícil identificarlas y rebelarse contra ellas.

Eso forma parte de la vida de muchas mujeres: el pelear contra cosas que no sabemos ni dónde están. Se ha escrito y se ha filmado mucho sobre el tema, pero se ha dicho muy poco sobre la histeria que esto conlleva, sobre los comportamientos inexplicables de muchas mujeres, las angustias indefinidas y los vacíos.

¿Es verdad que este film recrea momentos de su infancia cerca del mar, en su país natal?

Sí, cuando era pequeña siempre íbamos a acampar al lado del mar. Sin embargo, no quería centrar en eso la película; quería que se viera como la vida misma, donde puede que alguien la esté pasando pésimo en un lugar, y al mismo tiempo en otro sitio brille el sol.

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¿Qué balance saca del paso de Agua fría de mar por los diferentes festivales internacionales?

Todavía no lo sé. Hay reacciones muy diferentes. Mucha gente cree hablo de un abuso sexual. El abuso sexual está presente en este film igual que está presente en la vida.

La gente tiene recuerdos de cosas que le pasaron en la infancia y es bien difícil saber de qué manera participó en ellos o cómo se debería sentir cuando le vienen a la mente. Y no necesariamente son traumas, son parte de la vida, como cosas que flotan en el aire y que uno sabe que existen. No quiero que el mensaje que público saque de esta película sea: 'esa mujer sufre porque tiene un trauma. Si logra superarlo, todo va a estar bien'. Me parece aburrido hablar en términos tan simples.

Por otro lado, me he dado cuenta de que hay gente que se siente incómoda con la película. Y luego están los que me sorprenden porque la han entendido tanto que me pregunto cómo pudieron ver cosas que yo quise decir, pero nunca presenté explícitamente. Es bonito. Ése es le motivo por el que hago películas: porque quiero comunicar cosas para las cuales no hay palabras.

Ahora estás escribiendo el guión de tu próxima película, que se va a llamar Todos nosotros, ¿de qué trata este nuevo film?

Trata sobre dos niñas de San José, en Costa Rica. Una es de clase media, de una familia intelectual, y vive muy sola y aislada. La otra subsiste en la extrema pobreza, y sale todos los días a pedir por las casas. Se hacen amigas, pero su relación resulta difícil debido a las diferencias sociales.

No pretendo contar lo terrible que es la pobreza, porque eso ya lo sabemos. La pregunta que planteo es más bien si queremos estar cerca de gente que es diferente a nosotros. En mi país, las divisiones sociales no eran tan fuertes hasta hace algunos años. Ahora se han creado guetos, especialmente de gente con dinero, ya que son la minoría. A veces es dramático porque se trata de grupos sociales muy pequeños, homogéneos y endogámicos, en los que algunos no se sienten bien pero de los que tampoco logran salir porque les cuesta encontrar su lugar en otra parte.

Y al final, vuelvo a hablar un poco de lo mismo: de la soledad y de las posibilidades de acercarse a los demás.

Autor: Pamela Schulz

Editora: Luna Bolívar Manaut