Ai Weiwei, el artista como expresión política
Mientras fuera de China es celebrado por sus obras con mensajes políticos, en su país es criminalizado. Berlín abrió la mayor muestra individual jamás realizada por Ai Weiwei.
Vanguardista del Reino del Centro
"Esta exposición de Ai Weiwei es considerada, con justa razón, como el acontecimento artístico del año", dijo la secretaria de Cultura de Alemania, Monika Grütters y concluyó que "por la elección de su material artístico y la relevancia política de su obra, Ai Weiwei es el artista más actual y moderno de nuestro tiempo".
"Pruebas" es más que el título de la exposición
“Evidence", como se llama la muestra, estará abierta del 3 de abril al 7 de julio en el museo Martin-Gropius Bau de Berlín. La exposición ofrece 3.000 metros cuadrados de instalaciones, piezas de videoarte, esculturas y fotografías que reflejan la mirada irónica y la mordacidad política de Ai Weiwei. Parte de las obras fueron diseñadas especialmente por el artista para la muestra.
"Ai Weiwei podría ser un orgullo cultural para China..."
"...Pero en lugar de eso es detenido, interrogado, humillado", lamentó Grütters en tono inusualmente duro. "Alemania sacó una lección de dos dictaduras: el arte y el conocimiento son libres", dijo sobre el nazismo y el régimen de la Alemania comunista.
81 días
La presentación estuvo marcada por las críticas al Estado chino, que en 2011 mantuvo encerrado durante 81 días a Ai Weiwei sin cargos claros en medio de una ola de críticas internacionales y que desde entonces lo mantiene vigilado y sin pasaporte, lo que no permitió al artista viajar a Berlín.
Un artista asediado
17 cámaras de la policía vigilan los alrededores de su taller de Pekín. Esta cámara es una réplica en mármol de una de las tantas que observan sus movimientos, día y noche. Agresión convertida en expresión artística.
"Recuerdos de Shanghai"
Cuando el régimen quiso sacar partido de su popularidad le encargó construir una ciudadela de artistas en Shanghai. Pero cuando a Pekín no le gustaron sus críticas, mandó arrasar los talleres ya construidos. He aquí una "evidencia" de esa conducta.
Fiesta del cangrejo versus armonía
Como protesta a la destrucción de sus talleres Weiwei invitó a una fiesta para comer cangrejo de río, algo que en chino se diría "Héxiè shèngyàn", palabra fonéticamente similar al término armonía o "Héxié". Otra genial crítica dirigida al régimen que ha impuesto la armonía como "ideal de la sociedad china". Así que en Berlín presenta cangrejos de porcelana. ¿Quién más disiente de forma tan fina?
Una bicicleta iluminada
Ciento cincuenta marcos de bicis componen esta instalación. Weiwei no solo recuerda aquí la relegación de las bicis por los autos sino que rememora uno de los juicios más injustos de los últimos años: un joven fue torturado y luego condenado a muerte por llevar una bicicleta que no estaba registrada por la policía.
Saludo desde Pekín, a través de video
Días antes de su detención el 3 de abril de 2011, el artista había anunciado que tenía previsto instalar su estudio en Berlín. Ai Weiwei tiene además un puesto de profesor visitante en la Universidad de las Artes de Berlín y fue incorporado como señal de solidaridad a la Academia de las Artes de Berlín. Hasta ahora no pudo asumir ninguno de esos cargos porque no tiene autorizado abandonar China.