¿Alemania al borde del estancamiento?
27 de junio de 2003
Tras la publicación del borrador del presupuesto general para 2004, que prevé un fuerte aumento del endeudamiento, el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, defiende sus controvertidos planes a capa y espada. Arguyendo que si los recortes propuestos por el Gobierno no son aprobados, Alemania sufrirá el "estancamiento de su economía", Eichel apeló a la oposición a que apruebe la reforma.
Alemania parece haber abandonado definitivamente la idea de consolidar los presupuestos en los próximos años, pues en el plan financiero que acompaña al borrador se establece que todavía en 2007 el Estado asumirá créditos por valor de 10.000 millones de euros.
Preguntado Eichel sobre cuándo cree poder eliminar el déficit, el ministro dejó claro que ya no haría más promesas concretas y que la máxima precisión que estaba dispuesto a ofrecer es la de "dentro de esta década".
Deudas por 23.800 millones en 2004
El borrador, que será aprobado previsiblemente el próximo 2 de julio por el Consejo de Ministros, contempla un volumen de gastos de 251.000 millones de euros, lo que supone un aumento del 1,1% frente a este año. El endeudamiento, sin embargo, se incrementará en más de un 25%, concretamente de 18.900 millones en este año a 23.800 millones en 2004. En esa cifra ni siquiera está incluido el adelanto de la reforma fiscal, que supondría una carga financiera adicional de unos 8.000 millones de euros y que la coalición gubernamental tiene previsto aprobar este fin de semana, cuando el Gabinete se reúna en hermética clausura.
Si la anunciada rebaja de impuestos llega, el Gobierno se vería obligado a aprobar a posteriori un presupuesto adicional, algo a lo que ya está acostumbrado en los últimos años y que está incluido en el actual guión político. El ministro hizo especial hincapié en que las inversiones son superiores al endeudamiento, al alcanzar los 25.000 millones de euros, lo que garantiza la constitucionalidad del borrador.
Esperanzas de despegue
La Constitución alemana establece que las inversiones deben ser superiores al endeudamiento y sólo permite salirse de este principio en casos económicos excepcionales. De lo que se trata - subrayó Eichel - es de lograr que la economía despegue, el paro se reduzca, y eso implica una serie de medidas necesarias, como las reformas sociales comprendidas en la llamada "Agenda 2010" y una serie de recortes de subvenciones.
Las subvenciones se reducirán en unos 8.400 millones de euros, una disminución que supondrá recortes a las ayudas a los funcionarios, a los agricultores y a la minería, pero también al particular que construye una vivienda. Sobre esto último, el ministro anunció la abolición total de las ayudas a la construcción de viviendas.
Eichel anunció, además, que las subidas de las pensiones previstas inicialmente para mediados de 2004 se retrasarán medio año, y que los jubilados deberán asumir en el futuro el 53 por ciento de las cotizaciones a los seguros de enfermedad, un 3% más que en la actualidad.
La unión democristiana ha criticado duramente el borrador del presupuesto. El jefe de la fracción cristianodemócrata (CDU) y cristianosocial (CSU), Friedrich Merz, acusó al ministro Eichel de "haberse despedido de la realidad". Según Merz "el presupuesto se basa en "estimaciones de crecimiento totalmente irreales".
No haciendo caso omiso de las críticas el ministro de finanzas apeló a la oposición aprobar el presupuesto que tendrá que pasar por el Bundesrat, el Consejo Federal. En dicha institución - comparable con una Cámara Alta - la oposición conservadora y liberal mantiene la mayoría. Eichel le advirtió a la bancada opisitora que, por interés propio, "no obstaculice la eliminación de subvenciones".
Bueno para América Latina
La anunciada reducción de las subvenciones al carbón mineral alemán por el monto de unos 250 millones de euros es una buena noticia para América Latina. Colombia, el principal abastecedor latinoamericano de carbón de Alemania, espera mejorar las condiciones de comercio con Alemania para elevar sus exportaciones.
El borrador está diseñado sobre unas previsiones de crecimiento económico del dos por ciento, un pronóstico que algunos consideran demasiado optimista si se tiene en cuenta de que para este año se espera un nuevo estancamiento y que, como mucho, hay visos de una ligera recuperación. Una vez aprobados por el Consejo de Ministros, los presupuestos todavía deberán atravesar todos los trámites legislativos, lo que se prolongará hasta el otoño.
José Ospina Valencia