Alemania-Argentina: predicciones para un clásico del fútbol
29 de junio de 2010Primero veo al equipo argentino. Y lo veo tratando de aprovechar la novatez de Manuel Neuer, un buen arquero que sin embargo hace su debut mundialista y que ha acusado algunos momentos de nerviosismo. Así, me imagino a Lionel Messi abriendo espacios para que Tévez, Di María u otro seleccionado sudamericano intente el disparo de media y el balonazo largo hacia el área, buscando la pifia del cancerbero.
También veo a la albiceleste, y muy probablemente a Messi, atacando por el flanco de Jerome Boateng, en diagonal hacia el centro. Por ahí, o a lo largo de otras vías, se tratará de llegar a la zona más vulnerable de la defensa alemana: la central, en donde Per Mertesacker no es el mismo de antes, como coinciden en señalar muchos especialistas germanos. Aquí Gonzalo Higuaín puede jugar un papel fundamental para definir en el último toque.
En la misma tónica, veo apariciones de Martín Demichelis incorporándose a la ofensiva argentina por el centro de la cancha. Pero no muchas. El defensor estará muy ocupado tratando de parar a sus viejos conocidos Klose, Podolski y Müller.
A la cabeza me viene además la imagen de un Lionel Messi buscando por fin la consagración mundialista, ante el primer gran reto al que se enfrentará su selección en el Mundial de Sudáfrica.
Hasta ahora, el papel de Messi ha sido más bien de sacrificio. Pero el del sábado contra Alemania puede ser uno de esos encuentros que pasen a la historia por su calidad y rivalidad deportiva.
No hay mejor escenario que el Argentina-Alemania para la gran aparición de “La pulga” en los más excelsos anales mundialistas. Así que no lo veo jugando tan retrasado como en algunos momentos del Mundial, sino buscando con todo su talento y genialidad propiciar el gol. O quizá anotando uno para la historia.
Schweini contra Messi
¿Y que hay de Alemania? ¿Cómo aparece el equipo dirigido por Joachim Löw en mi peculiar bola de cristal? Veo ante todo un duelo memorable en la media cancha. Percibo a un Bastian Schweinsteiger, cuyo nivel sube a cada partido del Mundial, como el primer encargado de encarar a Messi.
Y aquí los argentinos tienen un problema. Porque Schweinsteiger, por su calidad humana y deportiva, no saldrá a parar al astro del Barcelona a patadas, sino a disputarle el balón. A despojarlo de la esférica de modo férreo, pero limpio.
No será el único. Junto a Schweinsteiger veo también a Sami Khedira, que en Sudáfrica ha jugado más defensivo de lo que nos tiene acostumbrados en la Bundesliga. Él podría fungir como relevo en una de las funciones más importantes de la selección alemana para este sábado: sofocar a Messi.
Dicho sea lo anterior, no veo a una Alemania obsesionada con el que hoy por hoy es el mejor jugador del mundo. Me imagino a los germanos aplicando la doctrina de Louis van Gaal en el Bayern München: mucha posesión del balón, rápida recuperación, y muchas variantes ofensivas. Nada de estrellatos. Juego de conjunto. El socialismo del balón y de la fama.
La selección alemana con toda seguridad tratará de cargar por la zona defendida por Demichelis. Pero más bien veo a un Thomas Müller muy rápido, intentando profundizar por el flanco del veterano Gabriel Heinze. El impulso central vendrá previsiblemente de Mesut Özil, quien también busca la consagración.
¿Quién ganará?
En general, veo un encuentro cerrado que quizá se definirá por un solo gol, como ocurrió en Múnich el pasado 3 de marzo. Argentina apostará por su mayor veteranía. Alemania, según dijo Miroslav Klose, ve en su juventud y frescura una carta fuerte para encarar a la aristocracia futbolística albiceleste.
¿Y qué dice la bola mágica acerca del resultado final? ¿Quién saldrá ganador? Me quedé con las ganas de conocerlo por anticipado. Ya las luces se encendían, y las coloridas letras con la clave comenzaban a aparecer. Pero surgió una nube de humo, y la bola se apagó. Aunque su diseño ostentaba perfección germana, mi cobarde bola mágica en realidad resultó un artefacto “made in China”.
Autor: Enrique López Magallón
Editora: Claudia Herrera-Pahl