Alemania, atónita por condecoración a Margot Honecker
21 de julio de 2008
"¡Inconcebible! ¡Condecoración para Margot Honecker!", titula el diario sensacionalista "Bild", el de mayor tirada en Alemania. El diario “Berliner Kurier", de la capital germana, pone la noticia en primera plana con el título "Show del horror de Margot -excéntrica aparición- Nicaragua festeja a la Bruja Lila". Todos los periódicos destacan el apodo "Bruja Lila", que Margot Honecker recibió mientras fue Ministra de Educación del RDA (República Democrática Alemana) por el color azulado con que se pintaba el cabello y por su implacable estilo de gobierno.
Gratitud con la RDA
La mujer ocupó ese cargo desde 1963 hasta 1989, cuando se derribó el Muro de Berlín. Incluso el de diario de izquierdas "Taz" presenta la noticia de manera adversa a la ex funcionaria: "El dragón lila de los cuadros de elite", y continúa: "Sí, aún vive. Y ahora volvió a la vida pública... Si la mujer condecorada en Managua no se llamara Margot Honecker, a pocos les interesaría".
Los periódicos destacan que la Orden Rubén Darío se concedió a la hoy anciana de 81 años en el mismo acto en que también fue distinguida la viuda de Ernesto "Che" Guevara, por la solidaridad del gobierno de su marido con el entonces joven gobierno sandinista. La RDA contribuyó con armas y apoyo técnico con el gobierno del mismo Daniel Ortega de entonces.
Como si reviviera la RDA
"¡Vuelve a levantar el puño!", escribe "Bild", agregando "en Alemania odiada y despreciada, en América Latina honrada, aplaudida y festejada. Como una orgullosa heroína revolucionaria". "Como si su antigua RDA hubiera renacido. Decidida, casi obstinada, Margot levanta el puño desde su podio en Managua. La última batalla de Margot, en su primera aparición pública tras su huida de la RDA", se lee en el "Berliner Kurier".
Margot consiguió dejar Alemania en 1991 para radicarse en Chile, mientras su marido fue llevado a juicio y sólo pudo reunirse con ella en 1993, un año antes de morir. "Honecker encarna todavía hoy para muchos de quienes vivieron en la antigua Alemania del Este lo más difícil de soportar en ese país", concluye el "TAZ".