Alemania festeja su vino
31 de julio de 2008Comienzan con la primavera cuando la vid aún no ha sido cosechada pero los abundantes viñedos anuncian la llegada y la felicidad de un buen año de cultivo. Difícil resulta para el visitante decidirse entre las cientos de fiestas de vino que se celebran entre la región del Ahr en el norte, y el Palatinado en el sur en donde se encuentran las seis zonas vinícolas más importantes de Alemania.
Pueblos, comunidades enteras, pequeñas y grandes, se adornan. Todas ellas festejan con alarde de alegría pero con el respeto que se merecen los frutos de su trabajo. Para muchas, la fiesta anual del vino es la ceremonia más importante del año. Se decoran las calles y las plazas, se adornan con girnaldas y listones los mercados y expendios de vino. Seleccionan princesas y reinas que coronan los festejos. En el aire impera la música y el espíritu del vino, un espíritu que refleja alegría y centenaria tradición.
Exportaciones millonarias
Alemania cuenta con cerca de 102.000 hectáreas de viñedos en los que se producen unos 9 millones de hectolitros de vino anualmente. En Alemania viven 80.000 viticultores. Dos terceras partes del vino se exporta a Gran Bretaña, Holanda y Estados Unidos y las ventas superan mientras tanto los 475 millones de euros anuales.
El estado alemán que concentra la mayor parte de regiones vinícolas es Renania Palatinado en donde se encuentra el 75 por ciento de los campos de vid. No sorprende pues que sea en Rheinhessen, con 26.000 hectáreas de viñedos y en Pfalz con 23.353 hectáreas, en donde se festejan la mayor parte de las coloridas fiestas al vino.
7 meses de fiesta
Son tantas que difícilmente se pueden describir aquí. La más importante y conocida es la Fiesta Alemana de la Vendimia en Neustadt, en la ruta del vino. Esta fiesta es una de las últimas del año y se efectúa en el mes de octubre. Debido a la gran variedad de vinos que se ofrecen en el evento, ocupa el segundo lugar de importancia a nivel internacional. La cata de vinos, así como de sidras, es parte fija del programa anual. En Neustadt se puede encontrar verdaderas “rarezas”. Esta fiesta convoca anualmente a más de 200.000 visitantes de todo el mundo, que además de degustar los vinos de la región pueden gozar de un desfile en el que participan los vinicultores de la región.
Pero no hay que esperar hasta el mes de octubre. Los fines de semana de agosto pueden usarse para visitar las Rheingauer Weinwochen, o en septiembre puede visitar la fiesta del vino de Dürkheim, donde se ha llegado a contar la presencia de 600.000 visitantes.
Visítelas. A más tardar después del segundo vaso se percatará de que los alemanes de las regiones vinícolas reflejan una simpatía muy especial y se alegran de que festejen con ellos.