Alemania: huelgas por doquier

Primero fue el sector público y ahora los médicos de las clínicas universitarias alemanas anuncian una huelga indefinida, tras fracasar las negociaciones laborales, en las que los facultativos exigían, entre otros puntos, un aumento salarial del 30%.

Según el presidente del Colegio de Médicos de Hospital, Frank Ulrico Montgomery, la convocatoria a la huelga fue respaldada por un 98,4% de los facultativos. Las huelgas se iniciarán, de momento, en un total de ocho clínicas universitarias y se irán extendiendo paulatinamente por todo el país.

Montgomery aseguró que las huelgas se harán de manera intermitente para evitar que los pacientes sean los que mayor daño sufran. "Protegeremos a los pacientes, no tienen nada que temer", afirmó. Los 22.000 médicos de las 34 clínicas universitarias que hay en Alemania reclaman, además del citado aumento salarial, el reconocimiento de todas las horas extraordinarias.

También los metaleros

Asimismo, el sector del metal alemán amenaza con una huelga de alcance nacional. El sindicato IG Metall instó este martes a la patronal a plantear de inmediato una oferta, en respuesta a su reivindicación de un 5% de aumento, ante la ronda de negociaciones abierta esta semana en estados federados.

El anuncio de los médicos y las advertencias del sector metalúrgico coinciden con el conflicto salarial del sector público y agudizan el clima de conflictividad laboral. Hace seis semanas que decenas de miles de trabajadores de limpieza, enfermeras y trabajadores del jardín de infantes iniciaron la huelga, parando sus labores en diferentes momentos, dejando la basura sin recoger, cerrando los jardines de infantes e interrumpiendo los servicios hospitalarios en 12 estados de la mayor economía de Europa.

¿Detonante banal?

El detonante del conflicto es el propósito de las administraciones municipales de ampliar la semana laboral a 40 horas, sin compensación salarial, frente a las 38,5 horas actuales y recortar los premios por feriado.

Para los empleadores el cambio no merece la ola de protestas, ya que sólo significaría 18 minutos más de trabajo por día. Sin embargo, la modificación representa una importante batalla para los empleados del sector público de Alemania y el principal sindicato del país, Verdi.

Se trata de las mayores huelgas del sector público desde comienzos de la década de 1990 y son presentadas por Verdi como prueba de que mantiene un rol importante en un sistema centralizado de negociación.

Costo político

Por otra parte la huelga comienza a abrir fracturas en el gobierno. La gran coalición de Gobierno de Angela Merkel ha sido cuidadosa de mantenerse fuera de la discusión, pero Hartmut Moellring, el ministro de Finanzas conservador que está conduciendo las negociaciones de parte de los empleadores, ha decidido mostrar una línea más dura.

Esta posición más rígida provocó la ira de Verdi y generó rupturas dentro de la coalición gubernamental, la cual ha vivido en un clima de armonía desde que Merkel asumió su cargo en noviembre. Su socio, el Partido Socialdemócrata (SPD), se pronuncia por un arbitrio del estamento político para desbloquear las negociaciones, la Unión Cristianodemócrata de la canciller rechaza esa posibilidad.