Alemania: “La discriminación no es tema marginal”
20 de abril de 2016Hace diez años, el Gobierno federal aprobó la Ley General de Igualdad con el objetivo de evitar o aminorar los prejuicios ocasionados por cuestiones como el origen étnico, el sexo, la religión, las discapacidades o capacidades especiales, la edad o la identidad sexual”. Un objetivo loable que, sin embargo, aún dista de haber sido alcanzado en Alemania. Según una encuesta representativa publicada por la Oficina Antidiscriminación, casi un tercio de los alemanes fue víctima de discriminación. “Sorprendentemente son muchos”, dijo Christine Lüders, directora de la oficina, “y la sociedad tiene que hacer algo en contra”. No en vano, “la protección contra la discriminación está dentro de los derechos humanos”, precisó Petra Follmar-Otto, del Instituto de Derechos Humanos.
La discriminación se produce cuando hay personas que son tratadas peor que otras en base a características que no deberían tener ningún efecto en el asunto en cuestión. Para la Ley General de Igualdad, las características que podrían inducir a esa diferenciación son las arriba mencionadas, es decir, edad, las discapacidades, el origen étnico, el sexo, la religión o la identidad sexual. En el estudio, publicado en Berlín este martes, respondieron unas 18.000 personas, la mayor encuesta sobre estos temas que jamás se hizo en Alemania. “La conclusión más importante es que no se trata de algo marginal”, aclaró Lüders, “cualquiera puede verse afectado”.
Sobre todo, en el trabajo
El 31,4% de los participantes de la encuesta reconocieron haber sido discriminados en los dos últimos años. Entre las razones más frecuentes están la edad (14,8%) y el sexo (9,2%). Los riesgos aumentan especialmente en caso de ascensos, proyectos y sueldos, y casi la mitad de los participantes reconocieron haber sido tratado injustamente en el puesto de trabajo en los dos últimos años. En el entorno laboral la discriminación por sexo y edad es especialmente probable, y en esta categoría entrarían temas como acoso sexual y mobbing a manos de colegas y jefes.
Dependiendo del entorno, también cambian las razones por las cuales se discrimina. Por ejemplo, en otros ámbitos de tiempo libre, como las asociaciones deportivas, serían más probables los motivos racistas o la orientación sexual.
Pese a los resultados, del estudio también se pueden extraer algunas conclusiones positivas. Generalmente, las víctimas se defienden cuando son tratadas injustamente y casi el 60% de los afectados intentó llamar la atención sobre el hecho, utilizando puntos de asesoría o quejándose ante responsables de la empresa o agentes externos como la Oficina Antidiscriminación. “En eso, la sociedad ha cambiado desde que se aprobó la Ley de Igualdad”, explicó Lüders: “Ya no se tolera ni se acepta la discriminación”.
Aun así, son todavía pocos los que llegan hasta el final y solo el 6% reconoció haber llevado los hechos ante un tribunal. Como explicación, Lüders alegó que el camino legal es difícil y requiere mucha paciencia. “La gente debería conocer mejor sus derechos”, explicó Follmar-Otto. Una opinión que también comparte Lüders, que lucha porque su oficina y otros organismos de atención tengan potestad para demandar, ofreciendo así apoyo jurídico para los afectados”. Hasta ahora, solo se nos permite hacer una valoración jurídica y después son las propias víctimas las que tienen que buscarse un abogado”, explicó Lüders: “Con el derecho de demanda, podríamos acompañarlas a juicio y apoyarlas hasta el final la causa”.