Alemania planea ampliar misión en Mali
23 de noviembre de 2015“Se trata de combatir al terrorismo, y Mali es uno de los países en donde los terroristas tratan de establecerse”, explica Roderich Kiesewetter, diputado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y presidente de la Unión de Reservistas del Ejército Alemán, en entrevista con la emisora Deutschland Funk. “No podemos permitir eso”, enfatiza. También en el Partido Socialdemócrata (SPD) y en el partido Los Verdes se alzan voces en contra de una posible ampliación de la misión alemana en Mali.
Luego de los ataques terroristas de París llegó el pedido de ayuda del gobierno galo. Pero ya en el verano boreal Holanda había solicitado apoyo alemán en el norte de Mali. Si Alemania tuviera un mayor compromiso militar en Mali, Francia contaría con más recursos para luchar contra el terrorismo islamista. Al menos esa es la idea de Berlín. Desde que se produjo el ataque terrorista a un hotel de lujo en la capital de Mali, Bamako, esa idea ha empezado a cobrar cada vez más cuerpo.
¿Drones alemanes en el desierto maliense?
Actualmente hay más de 200 soldados alemanes estacionados en Mali en el marco de la misión militar EUTM de la Unión Europea y la Misión de las Naciones Unidas para Mali (MINUSMA), distribuidos entre la capital, Bamako, y la aldea de Koulikoro, a 60 kilómetros al noreste de la capital. Desde comienzos del verano de 2013, cuando empezó la misión MINUSMA, han muerto ya 65 soldados de la ONU. En octubre de este año, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung informó sobre las primeras tropas de exploración en el norte de Mali. En el futuro, soldados alemanes podrían colaborar, entre otras cosas, con infantería y drones de esclarecimiento.
Hasta el momento, Alemania se había enfocado en reforzar al ejército maliense en el marco de la misión de entrenamiento EUTM de la Unión Europea. Los esfuerzos de los entrenadores europeos ya trajeron buenos resultados, dice Ibrahim Maiga, analista para África Occidental del Instituto de Estudios sobre Seguridad (ISS), de Pretoria, a DW. “Pero eso no es suficiente. Se necesitan más de dos años de entrenamiento para poder reconstruir el Ejército de Mali, que está totalmente devastado”. Sin embargo, la falta de soldados y de armas no es el problema central, opina Niema Movassat, del partido alemán La Izquierda. “Pienso que en Mali sería mucho más importante lograr un diálogo de reconciliación que incluya a todas las partes”. A los grupos islamistas radicales se les podría poner coto, según la diputada, si se llevaran a cabo mejoras en el norte del país, sumido en la pobreza. “El grupo radical islamista Ansar Dine reparte 1.000 dólares por persona y le da a cada uno un Kalashnikov. Eso es suficiente para que los sigan y luchen para ellos. No les importan los versos del Corán. Se trata del dinero y de las perspectivas económicas y sociales”.
Si se concretara la ampliación de la misión del Ejército alemán, se plantearía también la cuestión de a quién tendrán que combatir exactamente los soldados alemanes en Mali. Allí hay diversos grupos armados que quieren proteger el narcotráfico o el tráfico de personas, imponer la sharia (ley islámica), o luchar contra los soldados de la ONU. Los objetivos cambian de acuerdo con las posibilidades de hacer mejores negocios.