Alemania recorta ayuda a Nicaragua por desmontaje de democracia

DW-WORLD: Alemania ha decidido cortar la ayuda financiera a Nicaragua por corrupción en el Gobierno de José Daniel Ortega Saavedra, por lo que ese país deja de recibir 11 millones de dólares. Otros países europeos también quieren hacerlo. ¿Es tan grave el caso en ese país centroamericano que amerite tan drástica decisión?

Werner Hoyer: Aquí hay que precisar algo. Alemania presta a Nicaragua ayuda para el desarrollo y lo seguirá haciendo. Ésta incluye tanto ayuda a proyectos bilaterales como la ayuda que Berlín da a Nicaragua a través de la Unión Europea.

Aparte de eso, Alemania le concede a Nicaragua una “ayuda presupuestal” (sin control directo por parte de Alemania). Estos son dineros que Alemania le paga directamente al Gobierno nicaragüense con el fin de que, justamente, combata la corrupción. Pero para las ayudas presupuestales hay una moratoria emitida por decisión del propio Parlamento alemán. Una moratoria en la que además de Nicaragua, hay otros países (Uganda, Vietnam).

Durante dicha prórroga para cumplir con los pagos prometidos por el Gobierno alemán, el Tribunal federal de Cuentas, (Bundesrechnungshof) realizó una investigación sobre la utilización del dinero entregado como ayuda presupuestal y llegó a conclusiones muy negativas. Dicha investigación estableció que el Gobierno de Nicaragua no estaba utilizando el dinero para los objetivos pactados: el fortalecimiento de la democracia y la lucha contra la corrupción.

¿Hay posibilidad de que se vuelva a restablecer ese tipo de ayuda a Nicaragua?

En dos años, cuando la ayuda presupuestal pudiera ser restablecida, va a ser muy difícil convencer al Parlamento federal de volver a aprobar dinero para el Gobierno nicaragüense. Cuando fue aprobada la ayuda para Nicaragua se trataba de fortalecer el Gobierno de Enrique Bolaños Geyer (Presidente de Nicaragua 2002-2007) que quería combatir con ello la corrupción en Nicaragua y establecer un sistema que permitiera una transparencia certificable de las actividades del Gobierno en Managua.

¿Cuáles son las exigencias de Nicaragua por parte del Tribunal federal de Cuentas?

Que el Gobierno de Nicaragua tiene que esforzarse por fortalecer el Estado de Derecho y ampliar la transparencia de sus actividades.

¿Cuáles son los términos del reporte sobre corrupción en Nicaragua?

Que la utilización del dinero alemán en Nicaragua no es transparente; que no hay ningún progreso en la avisada lucha contra la corrupción. La contraloría federal dice que Nicaragua ha retrocedido tanto en su proceso de democratización que preocupa a Europa. Noriega está debilitando al Congreso y la representatividad de la democracia nicaragüense con la instauración de los llamados Consejos Populares.

¿Qué persigue Ortega con el desmontaje del Parlamento nicaragüense?

Las estructuras autoritarias en Nicaragua son cada vez más fuertes. Un hecho que nos preocupa enormemente. En el Parlamento nicaragüense, elegido democráticamente, hay una mayoría opositora que no le gusta a Ortega. Por eso él ha intentado, a través de la supuesta participación ciudadana, con los llamados Consejos Populares, apoderarse, paso a paso, del Parlamento. Ante el desmontaje de la democracia Alemania no puede permanecer inerme.

¿Cuáles pasos debe seguir Alemania ante el deterioro de la democracia en Nicaragua?

Nicaragua quiere disponer, libremente, sobre el dinero que Alemania le conceda como ayuda presupuestaria, eso es legítimo. Como también es legítimo que Alemania misma pueda decidir si le presta ayuda presupuestaria o sólo para proyectos concretos.

Quiero destacar que Alemania no desamparará a los nicaragüenses. Sólo que no vamos a ser tan ilusos de lanzar el dinero en un barril sin fondo. Con respecto a Nicaragua hay en Alemania muchas emociones encontradas.

¿De dónde viene esa especial emotividad de los alemanes para con los nicaragüenses?

Por una parte muchos alemanes, sobre todo en el Este, han admirado la enorme batalla de los nicaragüenses contra la dictadura que terminó con el derrocamiento de Anastasio Somoza Debayle (1979). Por otro lado, son cada vez más los alemanes que ven con gran desilución que los ideales propagados por los sandinistas han sido echados por la borda. La misma izquierda alemana está asombrada con la degradación de la democracia en Nicaragua.

Justamente el vicepresidente del Parlamento alemán, el socialdemócrata Wolgang Thierse, que acaba de llegar de Nicaragua, ha traído un reporte aterrador. Pero también muchos intelectuales nicaragüenses, como la escritora Gioconda Belli, se están distanciando del Gobierno de Ortega porque ya no le creen.

¿Y cómo se ve la situación en Nicaragua a nivel europeo?

A nivel europeo, crece cada día el número de socialdemócratas que expresan su rechazo a lo que está haciendo Ortega: la instauración de un regímen caudillista que se aparta, totalmente de los ideales de los fundadores del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional). El ex alcalde de Bremen (1995-2005), Hennig Scherf, conocido por su profunda convicción humanitaria, también dice estar asombrado y totalmente decepcionado del actual Gobierno (de Daniel Ortega).

¿Qué es lo más acuciante del reporte sobre Nicaragua del vicepresidente del Bundestag?

Que Nicaragua tiene que volver, lo más rápido posible, a la senda del Estado de Derecho, de la democracia.

¿Qué podría pasar ahora en Nicaragua?

Nicaragua eligió democraticamente a un Gobierno y nosotros tenemos que respetar esa decisión. De igual forma, el presidente Ortega tiene que respetar la elección democrática del Parlamento, con el que él tiene que trabajar. Nosotros estamos dispuestos a seguir ayudando a Nicaragua, pero eso depende de la voluntad de los nicaragüenses de fortalecer la democracia.

Por estos días la canciller alemana, Angela Merkel, asistirá a la V Cumbre UE-América Latina. ¿Qué le recomendaría Vd.?

Lo que sucede en América Latina siempre le ha interesado al Parlamento alemán. Es de lamentar que después de una década de “Alianza estratégica” haya pasado sorprendentemente poco. Así que a la canciller alemana le pido menos retórica y más hechos concretos en y con América Latina.

¿Qué opinión le merece la extensión del llamado “socialismo del siglo XXI” propagado por el venezolano Hugo Chávez y al que parecen adherirse, Ortega en Nicaragua, Correa en Ecuador y Morales en Bolivia?

Eso no es otra cosa que el recalentamiento de viejos conceptos fallidos. Pero vuelvo a la “Alianza estratégica”. Hay que reconocer que hemos perdido mucho tiempo, entre otras razones, porque Europa no ha entendido que América Latina puede ser un socio valioso, una alternativa a Estados Unidos. Por otra parte, la UE no puede esperar a que los latinoamericanos hablen con una sola voz y debe establecer acuerdos binacionales. América Latina puede además ser un socio serio en cuestiones geopolíticas, no en vano, fue la primera región libre de armas nucleares del mundo.