Alemania se cierra
28 de enero de 2009Hace un año el fútbol alemán saludaba con esperanzas la llegada de los brasileros Breno, al Bayern Múnich, Raffael; al Hertha Berlín; Caio al Francfort; y Zé Roberto II, al Schalke 04, club al que también arribó el uruguayo Vicente Sánchez. Cinco jugadores que representaron inversiones por 24 millones de euros.
En esta ocasión la Bundesliga no le ha dado una mirada al mercado latinoamericano de jugadores; los rumores de la contratación en Bremen del brasilero Fred, actualmente en el Olímpico Lyon, o del argentino al servicio del Lazio Roma Mauro Matías Zárate, por parte del Bayern, o del joven talento uruguayo (17 años) Nicolás Mezquida, del Peñarol de Montevideo, no pasan de ser rumores. Las puertas del fútbol alemán están cerradas.
Sin bienvenidas pero con despedidas
Si es preocupante que la legión de futbolistas latinoamericanos no aumente, mucho más lo es aún que esta se disminuya sensiblemente, y que su importancia sea cada vez menor. Valores como Carlos Grossmuller del Uruguay (Schalke), José Ernesto Sosa (Bayern) o Thiago Neves del Brasil (Hamburgo) no consiguen adaptarse a Alemania y los dirigentes de los diferentes clubes pierden la motivación de hacerse a nuevos jugadores en Suramérica cuando el riesgo de malograr la inversión es tan alto.
Y como no funcionan en sus clubes, pues les toca irse. Este es el caso del paraguayo-argentino Jonathan Santana, quien en el 2006 llegó al Wolfsburg, proveniente del River Plate, con excelente recomendaciones y un futuro prometedor. Tras dos años y medio de intentos fallidos por consolidarse en el equipo aceptó hace pocos días la oferta de regresar a la Argentina, al San Lorenzo de Almagro.
Igual sucedió con Zé Roberto II, quien sin completar un año en el Schalke, fue cedido en préstamo al Flamengo Río de Janeiro. El brasilero, que le costó al club alemán 3 millones de euros y apenas jugó tres partidos en la Bundesliga, ninguno de ellos en la actual temporada, ya se había negado a regresar a las prácticas con el equipo, permaneciendo en su país, luego de conocer que en la segunda ronda del campeonato tampoco formaría parte del plantel principal.
Otros le dijeron adiós a la Bundesliga tras encontrar mejores perspectivas en sus países de origen, entre ellos los mexicanos Pavel Pardo, a quien el América le ofreció un contrato más amplio que la renovación propuesta por el Stuttgart; Aarón Galindo, repatriado con un salario anual cercano al millón de euros, una cifra que no hubiera ganado en Alemania; o Gustavo Varela, quien regresó a su natal Uruguay en calidad de jubilado temprano.
Abandonos a la vista
Y aunque el tiempo de las transferencias se agota, aún se cuenta con más abandonos de futbolistas latinoamericanos, entre los más prominentes están: Carlos Grossmuller (Schalke) para quien el club no tiene espacio y en conversaciones privadas instó a buscarse un nuevo equipo; José Ernesto Sosa, argentino del Bayern y flamante campeón olímpico, del cual el club campeón alemán quiere deshacerse a como de lugar, una negociación con el Español Barcelona se cayó a último minuto, y ahora se procura llevar a buen término la cesión de préstamo al Palermo de Italia; y Thiago Neves, brasilero a quien oficialmente el Hamburgo, club donde lleva apenas 6 meses, le negó el permiso de marcharse, pero que cuenta con una muy buena oferta del Al Hilal de Arabia Saudita, que de pagar los 8 millones que cuesta su pase, podrá llevárselo, que es lo que desea el jugador sin ocultar su incomodidad en Alemania.
Pese a la carencia de nuevas contrataciones, y a la partida de los que ya habían conseguido un cupo en Alemania, Demichelis, Lucio, Zé Roberto (Bayern), Farfán (Schalke), Pizarro y Diego (Bremen), Grafite (Wolfsburg), Carlos Eduardo y Luiz Gustavo (Hoffenheim), Renato Augusto y Henrique (Leverkusen), y Mondragón (Colonia) seguirán representando con éxito a Latinoamérica en la Bundesliga.