La Prensa opina: Alemania post-elecciones
28 de septiembre de 2009The Times, de Londres: “La victoria de Angela Merkel luego de la peor recesión alemana de los últimos 60 años es un voto de confianza con el que casi ningún jefe de Gobierno europeo puede contar actualmente. El claro triunfo le da tiempo y espacio para enfrentar la solución de problemas, como el estacionamiento de tropas alemanas en Afganistán. Y le brinda una líder al sector industrial de la Unión Europea, que se mantuvo en segundo plano durante los pasados cuatro años. No se esperan grandes sorpresas de parte de esta canciller tranquila y poderosa. Lo que sí se espera es, en cambio, una nueva autoestima en Berlín, que será beneficiosa para todos los aliados de Alemania.”
Clarín.com, de Argentina: “La dama opaca, hábil negociadora y dueña de una ironía de estilete que puede demoler a sus rivales, ratificó que es la mujer más poderosa del mundo y la más popular entre los alemanes. Ayer confirmó su liderazgo y Alemania demostró que prefiere no arriesgar en tiempos duros, como en los 90, cuando Helmut Kohl consiguió su tercer mandato en los difíciles años de la reunificación. Pero no sólo de líderes se trató esta elección. Se puso en juego también el rol del Estado para salir de una profunda crisis económica. A tono con el clima mundial, y avalado por su socios socialdemócratas, Merkel había dado impulso a paquetes de estímulo y de protección social. Pero los alemanes apostaron esta vez por un Estado más chico.”
Una amarga victoria
Gazeta Wyborcza, de Varsovia: “Fue verdaderamente una amarga victoria para Angela Merkel. No mucho más de un 30 por ciento de los votantes eligieron a la Unión Democristiana. Este es uno de los peores resultados en la historia de ese partido, y una desilusión personal para Merkel. Aunque ha probado su eficiencia como canciller, obtuvo menos electores que hace cuatro años. La culpa la tuvo la campaña electoral pasiva y descolorida, en la que la canciller evitó atacar a sus adversarios. Su programa no se diferencia demasiado del de la competencia, el SPD. Muchos alemanes vieron en los liberales del FDP una mejor solución en tiempos de crisis. (…) El futuro Gobierno tiene la oportunidad de ser estable. Esto es importante, ya que se avecinan tiempos difíciles para los alemanes.”
Der Standard, de Viena: “Ahora que ha logrado el objetivo de ser la número uno, Merkel puede comenzar a gobernar y no sólo a moderar, y a desarrollar un perfil más claro. Como demostró el debate televisivo con Frank-Walter Steinmeier, a Merkel le hubiera gustado continuar la coalición con el Partido Socialdemócrata. Pero su partido la obliga a reconocer una mayoría conservadora. La hija de un pastor luterano deberá lograr el difícil balance entre sus raíces cristianas y las promesas liberales. Como vicecanciller, Guido Westerwelle – fortalecido por el éxito electoral histórico del FDP- entrará en escena con más atrevimiento que Steinmeier o Müntefering. El FDP hará todo lo posible por concretar su principal promesa electoral: la reducción de impuestos.”
Espectacular caída de los socialdemócratas
El País, de España: "Lo más llamativo de la jornada electoral alemana es la caída espectacular que han sufrido los socialdemócratas, víctimas en buena parte de su éxito en un país que se ha caracterizado por la exuberancia de su Estado de bienestar. La responsabilidad de Gobierno, compartida con los Verdes desde 1998 hasta 2005 y desde entonces hasta ahora con la CDU-CSU, ha pasado una onerosa factura al partido histórico de la izquierda reformista alemana. Las rentas de este desgaste han ido a parar a La Izquierda, el partido formado por los ex comunistas y los socialdemócratas disidentes de Lafontaine, y también a los Verdes (…).Después del hundimiento socialdemócrata, queda muy comprometido el peso de la izquierda europea, ausente de los gobiernos de los dos países continentales de mayor peso -Francia y Alemania- y pronto también del de Reino Unido."
Alemania se italianiza
Corriere della Sera, de Milán: “Estaba claro hace bastante tiempo que la mayoría de los alemanes quería una segunda legislatura de Angela Merkel. Pero, lamentablemente, Alemania se ha italianizado. Las tendencias han dejado de ser bipolares, y ahora se puede hablar de cinco polaridades distintas. A raíz de ello, se produce un resultado electoral que, teóricamente, hace posible cuatro o cinco coaliciones. Es probable, como espera la canciller, que el gobierno se componga de democristianos y liberales. Pero el antiguo consenso alemán, basado en el intercambio de fuerzas políticas confiables y responsables, ha sufrido una fisura. La República Federal de Alemania es hoy menos estable y menos predecible.”
Editora: Luna Bolívar Manaut