Servicios secretos a la vista de todos
5 de octubre de 2017Este jueves (5.10.2017), los jefes del Servicio Federal de Inteligencia (BND), la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV) y el Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) serán consultados durante tres horas por el Consejo de Control del Parlamento alemán (PKGr) en una sesión abierta al público general. Esta es la primera vez que a los directores de los servicios secretos germanos se les pide declarar en esas condiciones; hasta ahora, ellos habían respondido las preguntas del gremio a cargo de supervisarlos en salas herméticas.
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Una novedad como ésta sería impensable si esas instancias no hubieran incurrido en infracciones que empañaron su imagen y violaron la confianza depositada en ellas; en ese sentido sobresalen la controvertida actuación del BND de cara a las prácticas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense en territorio alemán y la de la BfV frente a las actividades terroristas del grupo neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU). Se sospecha que la NSU y sus crímenes fueron encubiertos.
Malos precedentes
El posible respaldo directo o indirecto recibido por la NSU de funcionarios de la BfV –el órgano a cargo de vigilar las actividades extremistas en Alemania– no ha sido comprobado aún. Documentos que podían haber servido para despejar esa sospecha fueron destruidos. Eso dio pie a varias dimisiones y a una reestructuración en los servicios secretos. Estos escándalos persuadieron a los fiscalizadores de los servicios secretos en el Bundestag de aumentar sus competencias mediante una reforma del PKGr llevado a cabo en 2016.
El instrumento central del Consejo de Control repotenciado es la figura del Procurador Plenipotenciario, responsable de examinar la obra y circunstancias de los servicios de inteligencia en nombre del PKGr. Arne Schlatmann, quien ocupa ese cargo desde principios de 2017, puede visitar todas las instalaciones de los servicios secretos en cualquier momento y exigir que se le muestre cualquier acta de su interés. Según Schlatmann, sus primeros contactos con la comunidad de la inteligencia nacional han sido positivos.
Expectativas moderadas
El presidente del Consejo de Control sigue siendo Clemens Binninger, a pesar de que él dejó de ser diputado. Al contrario de lo que ocurre en otras comisiones parlamentarias, la persona que dirige el PKGr puede ser recomendada y elegida por las distintas fracciones del Bundestag. Binninger da por sentado que su sustituto será elegido a principios de 2018. Pero, ¿qué cabe esperar de la sesión de este 5 de octubre? Binninger descarta que afloren sorpresas porque no se tratará de un interrogatorio en el sentido estricto del término.
El exdiputado de 55 años describe la audiencia en cuestión como una oportunidad para entender aspectos técnicos complejos, propios del trabajo de los servicios de inteligencia. Binninger recuerda que cuando Edward Snowden filtró a la prensa las prácticas de espionaje de la NSA, los diputados no estaban en capacidad para comprender y asimilar todos los datos que el whistleblower estaba proveyendo. De ahí la importancia de que los políticos se familiaricen con la jerga y los procedimientos de los servicios secretos.
El Consejo de Control del Parlamento alemán (PKGr) contará en el futuro con veinte funcionarios más. De momento, de esos veinte puestos, sólo doce están ocupados, precisamente porque el perfil de esos cargos exige dominio de aspectos técnicos que no cualquiera posee. Binninger advierte también que la audiencia con los jefes del BND, la BfV y el MAD sólo será transmitida en vivo vía Internet y no por televisión. A ese grado de transparencia deberán acostumbrarse los mandamases de la inteligencia alemana.
Autor: Marcel Fürstenau (ERC/VT)