Unión fiscal para salvar al euro
2 de diciembre de 2011El presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, se reunieron en París en medio de una fuerte presión política de cara a una cumbre de la Unión Europea que tendrá lugar el próximo viernes.
Cameron, cuyo país no es miembro de la eurozona, parecía haberse resignado ante las reformas de los Tratados que París y Berlín insisten en que son necesarios para resolver la crisis, pero advirtió que de haber una reforma, procurará que los intereses británicos se vean reforzados y protegidos. “Si hay algún cambio en los tratados, entonces voy a asegurarme de que protejamos y ampliemos los intereses británicos”, dijo Cameron.
El mandatario habló con Sarkozy sobre las graves consecuencias que la crisis del euro ha tenido sobre la economía británica. En caso de producirse una ruptura de la unión monetaria europea Londres tiene preparado un plan de contingencia.
El presidente francés Nicolás Sarkozy dijo en un discurso a la nación pronunciado la víspera, que Francia, junto con Alemania, apuesta por una reforma a los Tratados europeos. “Europa necesita más disciplina, más solidaridad, más responsabilidad de los pueblos, una verdadera gobernanza económica”, dijo Sarkozy.
Visión de Merkel
En un esperado discuro la canciller alemana Angela Merkel explicó ante el Parlamento alemán esta mañana su visión para resolver la crisis de la eurozona que amenaza con empujar a Europa y al resto del mundo a una profunda recesión.
Merkel dijo que Europa se encamina hacia una unión fiscal con una mayor disciplina y vigilancia presupuestal, acompañada de mecanismos que sancionen de manera automática a los países que se salten los criterios de estabilidad.
“Cualquiera que hace unos meses anticipara que a finales del 2011 estaríamos hablando sobre pasos concretos hacia una unión de estabilidad, una unión fiscal europea, introduciendo medidas fiscales de intervención, hubiera sido considerado loco”, dijo Merkel.
Los mercados financieros recibieron positivamente el discurso de la canciller con ganancias que superaban un 10 por ciento. Analistas señalaron la esperanza de inversionistas por que los líderes europeos logren poner bajo control la crisis de deuda que ha estado a punto de hacer colapsar la unión monetaria europea.
Las palabras de Merkel aunadas a las acciones conjuntas de cinco bancos centrales que inyectaron liquidez en los mercados redujeron las tensiones sobre los mercados de bonos de deuda europeos.
Miedo a un acuerdo de medias tintas
Ante las grandes expectativas que ha despertado la cumbre europea del próximo viernes analistas advertían sobre los riesgos de no producirse un acuerdo. “La presión en los mercados crece y un compromiso a medias sería un golpe que provocaría una crisis de credibilidad con un impacto negativo sobre la actividad económica”, dijo Juergen Michels, analista del Citibank a la agencia Afp.
Sarkozy y Merkel se reunirán el próximo lunes en París para trazar las reformas necesarias a los Tratados. “No hay una alternativa a los cambios de los Tratados europeos. La segunda opción, sería crear un nuevo tratado dentro del eurogrupo”, dijo Merkel.
Muchos países europeos presionan a favor de que el Banco Central Europeo (BCE) intervenga en los mercados comprando masivamente bonos de deuda de países periféricos de la eurozona. Lo que hacen entidades como el Banco Central de Inglaterra y la Reserva Federal en Estados Unidos.
Merkel reiteró su oposición a que el BCE intervenga. “Su función es preservar la estabilidad monetaria y su mandato es distinto al de la Reserva Federal estadounidense o del Banco de Inglaterra””, dijo Merkel. Sin embargo observadores señalan que la canciller alemana podría suavizar su oposición al papel del BCE a cambio de una mayor disciplina fiscal.
Mancuerna Merkel - Sarkozy
Merkel reiteró que la emisión de deuda conjunta en Europa a través de los llamados eurobonos no es la solución. “Cualquiera que insista en eso no ha entendido la naturaleza de esta crisis”, dijo.
Alemania, la mayor economía europea cree que la creación de eurobonos y cualquier compromiso que ponga en juego la independencia del BCE conducirá a una mayor inflación, la razón por la cual fue creada la entidad.
En los mercados, los bonos alemanes a 10 años se desempeñaban mejor que los del Tesoro estadounidense y los británicos. Los inversionistas tenían expectativas de que sería alcanzado un acuerdo en la cumbre de la UE y aguardaban una acción del BCE para flexibilizar el financiamiento de los bancos con escasa liquidez. Los rendimientos de la deuda italiana y española bajaban por las esperanzas de que se produzca una solución en la zona euro.
Merkel y Sarkozy coordinaron sus discursos previamente para asegurarse de que no fueran incompatibles.
Autora: Eva Usi
Editor: José Ospina Valencia