El mayor humedal tropical, en riesgo de desaparición
11 de febrero de 2022El fuego acecha al Pantanal, el humedal tropical más grande del mundo, que concentra una gran biodiversidad. Alberga a 3.500 especies de plantas, cerca de 600 de aves, 150 de mamíferos, 175 de reptiles, 40 de anfibios y 300 de peces de agua dulce. No obstante, este ecosistema de agua dulce transfronterizo, que se extiende por Brasil, Bolivia y Paraguay, arrastra las consecuencias de los incendios ocurridos los últimos años.
“En 2019, varias instituciones advirtieron a las autoridades que el 2020 podía tener un escenario de muchos incendios y no hicieron nada”, lamenta a Andre Siqueira, Director Presidente de Ecologia e Ação (ECOA), explicando que a ello se le sumaron el desmantelamiento de la política ambiental brasileña y la reducción de recursos. “Sucedió lo que todos pronosticaron, la mayor tragedia ambiental del Pantanal con 4,2 millones de hectáreas quemadas en 2020 y 2 millones de hectáreas en 2021, solo del lado brasileño”, dice a DW.
Además de la muerte de millones de animales, dichos sucesos provocaron consecuencias nefastas para el medio ambiente. “Durante el año 2020 se liberaron alrededor de 115 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. La magnitud de este acontecimiento es alarmante, pues superaría con un margen de más de 20% las emisiones de dióxido de carbono generadas en Colombia durante ese mismo año”, apunta a DW Claudia Velarde, abogada del Programa de Ecosistemas de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
Evitando daños con una mayor protección
Por este motivo y para evitar la repetición de los incendios de años anteriores, AIDA, ECOA y el Centro para la Diversidad Biológica reclamaron inscribir a seis humedales del Pantanal -enlistados como sitios de importancia internacional bajo la Convención Ramsar- en el Registro de Montreux, la lista mundial de humedales en riesgo grave.
“Este registro es una de las principales herramientas de la Convención para destacar aquellos sitios que requieren una atención prioritaria de conservación”, explica a DW María Rivera, asesora senior para las Américas del Secretariado de la Convención Ramsar, el tratado internacional que vela por la protección de los humedales en el mundo.
En este sentido, Rivera recuerda que los países que forman parte del tratado internacional se han comprometido a reportar sobre el estado de cualquier humedal que experimente “cambios tecnológicos, de desarrollo, contaminación u otras interferencias humanas”. “La información sobre dichos cambios debe transmitirse sin demora a la Secretaría de la Convención”, recalca, recordando que “la principal responsabilidad de los Estados es la conservación y el uso racional de los humedales de importancia internacional”.
La inscripción de los sitios en el Registro de Montreux implica ayuda económica, así como apoyo y asesoría técnica para la recuperación del Pantanal en los tres países. Asimismo, las organizaciones también reclamaron enviar una misión de asesoramiento a seis humedales del Pantanal: el Pantanal boliviano; la Reserva Particular do Patrimonio Natural SESC Pantanal, la Reserva Particular do Patrimonio Natural Fazenda Rio Negro, el Parque Nacional del Pantanal Matogrossense y la Estación Ecológica Taiamã en Brasil; así como el Parque Nacional Río Negro en Paraguay.
“La misión consiste en una visita de expertos internacionales que darían recomendaciones altamente especializadas a Brasil, Bolivia y Paraguay, para superar las condiciones que generan riesgo para la conservación y el uso racional del Pantanal, con el propósito de desarrollar medidas innovadoras de manejo y protección”, detalla Velarde.
Una cuestión de responsabilidad
Las organizaciones de la sociedad civil también exhortaron a los tres gobiernos a implementar medidas para preservar el Pantanal como ecosistema transfronterizo. “Estamos pidiendo a los Estados cumplir con las obligaciones adquiridas ante la Convención, generando mecanismos coherentes e implementando políticas y normas para proteger el Pantanal”, recuerda la abogada de AIDA.
No obstante, “desde el punto de vista de la gestión, el Parque Nacional Pantanal ha estado sin administración durante 2 años y sin recursos financieros, y el Parque Estatal Río Negro arde cada año sin estructura administrativa, supervisora, de gestión”, critica el directivo brasileño.
En el caso de Bolivia, “los sitios Ramsar son parte de la tuición del Ministerio de Ambiente y Aguas. Hasta ahora su gestión ha quedado pendiente, salvo aquellas que han coincidido con la gestión de áreas protegidas”, recuerda a DW Daniel Larrea, Coordinador del Programa de Ciencia y Tecnología de ACEAA Conservación Amazónica de Bolivia, apuntando a la necesidad de “generar instrumentos de gestión específicos y un marco institucional que acompañe las acciones".
En este sentido, Siqueira también apunta al rol de la Convención Ramsar en la cuestión. “La Convención necesitaba acompañar más de cerca todos los problemas que atraviesa el Pantanal en los tres países; son grandes obras de infraestructura como represas, hidrovias y puertos, además sde incendios, deforestación, agricultura de llanura y crisis climática. Así podría exigir medidas más claras a los tres gobiernos para enfrentar estos problemas”, considera.
(er)