Altmaier: la mano derecha de Merkel
8 de octubre de 2015Angela Merkel nombró a Peter Altmaier, de 57 años, nuevo coordinador de la política de refugiados. De ahora en adelante, el también jefe de la Cancillería y confidente de Merkel la apoyará en la gestión de la crisis de refugiados.
Más allá de su propio partido, es considerado una persona amable, cumplidora, con sentido del humor y capacidad para imponerse. Estas características le han ayudado a lo largo de su carrera política.
Puesto que también conserva la calma en los momentos turbulentos, en 2012 Merkel lo ascendió a ministro de Medio Ambiente. Su tarea: hacerse cargo del abandono de la energía nuclear en Alemania tras la catástrofe en Fukushima.
Un paciente mediador
Altmaier cuenta con muchos contactos y es considerado un buen comunicador. En 2005 fue secretario parlamentario en el Ministerio del Interior y a partir de 2009 secretario general del grupo parlamentario cristianodemócrata en el Bundestag. Ha sabido mediar pacientemente entre el poder ejecutivo y legislativo, así como entre el Gobierno de coalición y la oposición.
Mientras más difícil es una tarea, más pareciera interesarle a Altmaier. Desde que dirige la Cancillería, se ha ocupado principalmente del escándalo de los servicios secretos en torno a la NSA y al servicio de inteligencia alemán BND. En el marco de estas investigaciones, tampoco tuvo miedo de citar al embajador estadounidense John B. Emerson.
Este solterón sin hijos no encaja en ningún cliché político. De lo contrario, nunca hubiera establecido contactos con políticos del partido Los Verdes en un tiempo en el que este era visto por los conservadores como una mezcolanza de locos de izquierda e idealistas dogmáticos. Hoy día, un Gobierno de coalición verde-cristianodemócrata ya no pareciera ser una utopía.
Desde el principio, Altmaier disipa las dudas sobre un posible fracaso ante los nuevos retos que le aguardan. Al igual que la canciller alemana está convencido de que se logrará resolver la crisis de refugiados. Esto no solo demuestra la lealtad hacia su jefa, Altmaier realmente está convencido del éxito. Esto se debe, en parte, a que conoce el tema a fondo. En su calidad de secretario parlamentario en el Ministerio del Interior tuvo mucho que ver con la migración y el asilo.
Y como jefe de la Cancillería negoció en 2014 un compromiso en lo que respecta al derecho de asilo. Bosnia-Herzegovina, Macedonia y Serbia solo pudieron ser clasificados como países “seguros” con el consentimiento de Winfried Kretschmann, primer ministro del estado federado de Baden-Württemberg. Altmaier había logrado convencerlo de la necesidad de esta medida.