AI: ”Venganza indiscriminada contra sunitas en Irak“
15 de octubre de 2014DW: Sra. Rovera, Ud. viajó a Irak y registró una nueva ola de violencia de milicias chiítas contra sunitas. ¿Es el móvil de estas milicias la venganza contra los extremistas del “Estado Islámico (IS)”?
Donatella Rovera: Sí. Estas milicias chiítas existen desde hace muchos años y antes atacaban sobre todo a soldados estadounidenses. Ahora apuntan sus armas contra sunitas. No tienen que ser necesariamente sunitas que militan en el IS y han cometido crímenes. Las milicias matan sunitas indiscriminadamente. Vemos una violencia de motivación religiosa como en los tiempos más candentes de la guerra civil entre chiítas y sunitas en los años 2006 y 2007.
¿Quiere decir eso que el surgimiento del EI fortaleció a las milicias chiítas?
En efecto. Están en la primera línea de combate contra el “Estado Islámico”, porque éste empujó al ejército iraquí al borde de la desintegración. Pero las milicias chiítas también han lanzado una arremetida de venganza, de motivación únicamente religiosa. El propósito no es combatir a los yihadistas.
Usted también documentó casos de sunitas que fueron secuestrados para pedir rescate por ellos. ¿No se trata entonces solo de religión, sino también de dinero?
Las milicias operan también como bandas criminales. En algunos casos secuestran a sunitas con la clara intención de matarlos. Pero antes fuerzan a las familias de los rehenes a pagarles rescates de hasta 100.000 dólares. Las familias pagan con la esperanza de que sus parientes sean liberados. Y entonces los rehenes son asesinados. En otros casos, el único móvil es la codicia y también son secuestradas personas que no son sunitas. Pero las víctimas de estas milicias son mayoritariamente sunitas.
Ud. conversó con muchas familias que han perdido algún integrante. ¿Fue algo peligroso?
Fue difícil encontrar a esas familias y convencerlas de que hablaran conmigo. Yo les aseguré el anonimato. Muchos han dejado sus casas y viven en escondites, totalmente atemorizados.
¿Corrió peligro su propia seguridad?
Naturalmente también pensamos en eso. Pero hasta ahora las milicias se han concentrado en secuestrar a sunitas y no a periodistas o miembros de organizaciones internacionales de ayuda. Y, naturalmente, me reuní con esas familias en secreto.
¿En qué regiones se propaga la violencia de estos grupos?
Las milicias chiítas están presentes en todas las regiones controladas por el gobierno. Muchos de sus combatientes provienen de ciudades como Kerbala o Najaf, en las que no viven sunitas. Y operan preferentemente en ciudades con población chiíta y sunita. Es decir, en Bagdad, en la localidad petrolera de Kirkuk, en Samara o Tikrit. Y, sobre todo, en las cercanías del frente con el “Estado Islámico”.
¿Qué hace el Gobierno de Bagdad para evitar la violencia en las zonas que controla?
No hace nada contra el poder de las milicias. Por el contrario: hace todo lo posible por seguir fomentándolas. En especial se comportó de ese modo el gobierno de Al Maliki, que estaba dominado por chiítas. Ahora tenemos un nuevo en gobierno en Bagdad, pero todavía no está completo. El primer ministro Haider al-Abadi ha dicho que quiere poner fin a los conflictos religiosos. Veremos si lo dice en serio y si está en condiciones de hacerlo.
¿Pero, hasta ahora, el gobierno iraquí ha estado implicado en su opinión en crímenes de guerra?
Absolutamente. Se secuestra y se asesina en masa con conocimiento y colaboración de tropas gubernamentales.
¿Cómo se puede poner freno a esta violencia de las milicias chiítas sin fortalecer al mismo tiempo al EI?
El EI solo pudo volverse tan fuerte debido a que muchos sunitas se sentían marginados por el gobierno chiíta de Bagdad. La única solución es un ejército iraquí que no esté dominado por grupos religiosos, sino que proteja a todos los ciudadanos.
Donatella Rovera documenta para Amnistía Internacional violaciones de derechos humanos en zonas de guerra o conflicto.