Antes de decidir indulto, presidente alemán visita a ex terrorista
5 de mayo de 2007El terrorismo alemán de izquierda fue eliminado, pero aún está lejos de convertirse en un capítulo cerrado de la historia de la República Federal de la posguerra. La solicitud de amnistía por parte de uno de los ex terroristas ha llevado al mismo presidente a buscarlo en su celda para escuchar de viva voz qué tan serio es su compromiso con la verdad, con los familiares de las víctimas asesinadas y con la democracia.
El encuentro fue dado a conocer este sábado por la página virtual de la revista hamburguesa Der Spiegel que afirma que “el mandatario alemán, Horst Köhler, se entrevistó con el otrora cabecilla de la extinta organización terrorista Fracción del Ejército Rojo (RAF) Christian Klar en la cárcel de Bruchsal, al sur del país”.
Falsos ídolos uruguayos
En Alemania la facultad para conceder o negar un indulto a un prisionero está en las manos del presidente federal. Eso explica el “interés del mismo Köhler” por visitar personalmente al ex terrorista que se encuentra pagando una pena de 29 años, de la cual ya ha cumplido 24.
Christian Klar fue uno de los líderes de la segunda de las tres generaciones de la RAF, una organización terrorista que asesinó en los años setenta a 34 personas, entre ellos a banqueros, fiscales, sindicalistas y otros civiles. Fundada a semejanza de los Tupamaros de Uruguay, la RAF financió sus atentados con arma y explosivos, asaltando bancos, entre otros. Esta guerrilla urbana, autodenominada como “comunista y antiimperialista”, tuvo centros de entrenamiento en la Alemania socialista y en varios países árabes.
Acción “Fuego encantado”
El secuestro de avión de Lufthansa por parte de la RAF, fue uno de los actos más sangrientos cometidos por la RAF y que desencadenaría toda una serie de hechos catastróficos, tanto para Alemania como para la misma organización terrorista. Importante es que ese secuestro está directamente relacionado con las razones por los que Klar aún se encuentra en la cárcel.
Una vez abandonada la pista de decolaje de Palma de Mallorca, el 13 de octubre de 1977, un comando terrorista palestino aliado de la RAF ordenó, con metralletas en mano, a los pilotos de un Boeing 737 de Lufthansa, por esa época aún una empresa estatal, a cambiar su rumbo que, tras erráticas escalas en Roma y Dubai, los llevaría hasta Mogadiscio, la capital de Somalia.
El objetivo: obligar al Gobierno alemán, por aquellos años al mando del socialdemócrata Helmut Schmidt, a liberar a los terroristas alemanes que se encontraban en diversas cárceles de alta seguridad en Alemania y a dos de sus correligionarios presos en Turquía, so pena de matar a todos los 87 rehenes.
Incondicional defensa del Estado de derecho
La decisión que tomaría el gobierno de coalición socialdemócrata – liberal marcó, probablemente, el principio del fin de la RAF, una organización terrorista ante la que el Estado alemán no estaba dispuesto a ceder un solo milímetro. Así tocara sacrificar a víctimas inocentes. Una razón de Estado.
En la madrugada del 18 de octubre, el GSG9, una unidad de ataque rápido de la policía alemana, retomó el control del avión y liberó a todos los pasajeros. El pilotó había sido ya ejecutado y lanzado desde una compuerta al asfalto de la pista.
Sus victimarios murieron en el fuego cruzado de la liberación, con excepción de la única mujer del grupo secuestrador: Souhaila Andrawes, ex integrante del Frente para la Liberación de Palestina, que vive hoy en Oslo, la capital de Noruega. Hoy, el avión en cuestión transporta carga en Suramérica para la brasileña “ Linhas Aéreas, TAF”.
Asesinatos, extorsión y suicidios: la vía del fracaso
Pero las tragedias parecían no terminar en ese fatídico “Otoño caliente” de 1977. Sólo pocas horas después del fracaso de la acción palestina llevó a Andreas Baader y Gudrun Ensslin, dos de quienes 7 años atrás habían fundado la RAF, a suicidarse en sus celdas de la cárcel de Stammheim. Jan-Carl Raspe los siguió. Irmgard Möller sobrevivió con 8 puñaladas en el pecho.
Al día siguiente, el 19 de octubre, la RAF dio a conocer la “ejecución” de Hans Martin Schleyer, presidente de la asociación alemana de empresarios. Junto al asesinato del fiscal federal, Siegfried Buback, la muerte de Schleyer es uno de los crímenes por los que Klar también fue condenado.
Köhler se juego su futuro
En los últimos meses empero, han surgido dudas sobre si Christian Klar fue quien oprimió el gatillo del arma que mató al fiscal. El presidente Köhler, probablemente, le quería dar una oportunidad excepcional para esclarecer el caso y ayudar a las víctimas que claman certeza.
El presidente Horst Köhler está arriesgando su propio futuro político. El partido bávaro de la Unión Social Cristiana, CSU, aliada de la Unión Cristiano-demócrata (CDU) de la canciller federal, Angela Merkel, se opone vehementemente a un indulto del ex terrorista y ha amenazado con bloquear la reelección de Köhler.
El presidente federal daría a conocer su decisión, sobre si concede o no el indulto a Christian Klar, la próxima semana.