Anuncio de AKK: una señal de alarma para la política alemana
10 de febrero de 2020Renunciar a la candidatura a canciller y retirarse de la presidencia de la CDU: Annegret Kramp-Karrenbauer (también llamada AKK) anunció este lunes (10.02.2020) su partida de forma sorpresiva. En la reunión de la presidencia de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) -que como tuvo lugar por la mañana en la sede del partido, en Berlín- casi nadie tenía conocimiento de los planes de la política conservadora de 57 años. El anuncio provocó desconcierto y un largo silencio entre los líderes del partido.
La salida de Kramp-Karrenbauer es, aparentemente, la consecuencia de la debacle en torno a la elección del primer ministro en el estado de Turingia. Allí, el candidato del Partido Demócrata Liberal (FDP), Thomas Kemmerich, fue elegido jefe del gobierno regional el miércoles (5.02.2020) con los votos de su partido, de la CDU y del partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). La elección conjunta con la participación de la AfD causó indignación en todo el país y se entendió como una ruptura de los tabúes políticos tradicionales originados después de la Segunda Guerra Mundial. También en muchos círculos de la CDU. Pero no en todos ellos.
¿Cómo lidiar con la AfD?
Una lucha de poder político se libró entre los cristianodemócratas, que AKK no pudo apaciguar en los 14 meses de su mandato. Por el contrario, en Turingia se manifestó lo que había movido y desgarrado al partido durante mucho tiempo: ¿cómo debería lidiar con el AfD, que es, en gran medida, de derecha radical? Mientras que en el oeste de Alemania existe la opinión de que la AfD debe limitarse estrictamente, hay miembros de la CDU del este de la república, en territorio de la antigua República Democrática Alemana, a quienes de alguna manera les gustaría trabajar con la AfD.
Una línea que Kramp-Karrenbauer rechaza estrictamente. Pero con la debacle de Turingia se demostró que carece de la fuerza y la firmeza que debe tener un líder de partido. Su gestión de la crisis no funcionó. AKK fue la mujer fuerte al frente de la CDU solo en los primeros días y semanas después de su elección como presidenta del partido, el 7 de diciembre de 2018. Era considerada la candidata preferida de Angela Merkel y, en una encuesta hecha a los miembros del partido, había prevalecido sobre dos candidatos mucho más conservadores.
Acto de equilibrio político
En en la discusión interna del partido quedó claro que la CDU estaba en una encrucijada. Merkel había determinado el rumbo de esa agrupación por 18 años. Bajo su liderazgo, los cristianodemócratas se abrieron hacia la izquierda y adaptaron muchas de las ideas socialdemócratas anteriores. Con éxito. En la medida en que la CDU implementó el concepto, la aprobación del Partido Socialdemócrata (SPD) cayó.
Pero, por un lado, esto abrió una brecha en el flanco político de la derecha, en la cual el AfD -inicialmente conservador, pero ahora abiertamente de derecha- pudo penetrar. Por otro lado, creció un contramovimiento conservador dentro de la CDU, que ahora está ganando cada vez más espacio y audiencia en la llamada "Werte-Union”, una asociación formada por miembros conservadores y liberales de la CDU y la Unión Social Cristiana (CSU), de Baviera..
Como faro de esperanza para los conservadores se considera a Friedrich Merz, exjefe del grupo parlamentario de la CDU y la CSU en el Parlamento, y quien se había retirado de la política activa hace más de diez años tras una disputa con Merkel. Cuando la canciller renunció a la presidencia de la CDU, el abogado de negocios quería ser su sucesor, pero Kramp-Karrenbauer lo derrotó con una estrecha diferencia.
En la oposición política crece la preocupación de que la CDU podría moverse significativamente hacia la derecha. "El mérito de AKK era que mantenía la delimitación de la CDU a la derecha y, por lo tanto, preservaba el alma del partido", dijo la líder del partido La Izquierda, Katja Kipping, en Berlín. La lucha por la sucesión del liderazgo de la CDU se convierte en un argumento direccional. Ahora viene Friedrich Merz, y "entonces la CDU pronto formará una coalición con el AfD", añadió Kipping.
La lucha por la sucesión ha comenzado
Como potencial sucesor también aparece Armin Laschet, primer ministro del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, quien está políticamente más en línea con Merkel. Laschet no logró llegar a la reunión de la presidencia del partido en Berlín este lunes desde su ciudad natal Aquisgrán porque la furia del temporal "Sabine" sobre Alemania había paralizado el tráfico.
Kramp-Karrenbauer anunció que solo renunciará a la presidencia del partido en el transcurso del verano o después. La lucha por su sucesor ya está abierta. A dónde llevará políticamente a la CDU está por verse. Esto no es del agrado del partido hermano, la CSU. "Tengo un gran respeto por la decisión de AKK, aun cuando me duele", dijo el presidente de la CSU, Markus Söder. "Pero ahora es necesario aclarar fundamentalmente el contenido y la estructura del personal de la CDU", añade.
(rr/cp)
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