“Aprender a vivir un poco mejor”
26 de mayo de 2010¿Existe un papel del escritor en la sociedad, particularmente en la sociedad argentina, o cada cual se elige su papel?
Pregunta eterna y siempre más compleja que lo que parece, mi respuesta más honesta es que no lo sé. De hecho hay un rol que los intelectuales cumplen en todas las sociedades, y es un rol importante. Pero no me interesa ser el que señale cómo ni para qué cada uno/a debe cumplir el suyo.
¿Cuáles han sido los sucesos de las últimas décadas que más han marcado la literatura argentina?
La dictadura, el exilio y la recuperación de la democracia, sin ninguna duda. Aunque es verdad que hay algunos colegas que prefieren soslayarlos.
¿Cómo se reflejan las recurrentes crisis en Argentina en la literatura de su país y específicamente en su propia obra?
Me parece que las crisis políticas, económicas y sociales siempre están en nuestra literatura. No es algo nuevo: desde Esteban Echeverría y Sarmiento, por lo menos, viene sucediendo. Y está bien que así sea, es un fenómeno y es una necesidad muy latinoamericana, además. En mi propia obra, creo que es visible sobre todo en mis novelas, y también en algunos cuentos.
En “El país de las maravillas” usted se maravilla de la idiosincrasia argentina. ¿Cómo la describiría?
Ese intento, en los 90, me llevó unas 400 páginas y no hice más que sentar algunas hipótesis. Luego se puso de moda describir cómo somos o no somos los argentinos, aparecieron decenas de libros, y yo me cansé del asunto. Que hoy me parece de poco interés. Lo que a mí me interesaría verdaderamente es que los argentinos aprendiésemos a vivir un poco mejor.
¿Hacia dónde va la literatura argentina de las nuevas generaciones y qué la diferencia de la de las anteriores?
No lo sé ni me interesa hacer profecía alguna. La literatura de calidad siempre va por donde menos se espera, y eso es lo bueno..
¿Quién lee en la Argentina?
Suelo decir que somos una nación en recuperación lectora. La dictadura cambió los paradigmas y embruteció a nuestro pueblo. En democracia estamos haciendo un formidable esfuerzo para revertirlo. Yo presido una Fundación dedicada precisamente a colaborar en esa tarea. Los resultados son visibles y en algunos casos fantásticos, pero son lentos.
¿Qué papel desempeña Buenos Aires como capital de la literatura, para bien y para mal?
Como toda capital, ha sido y es faro y a la vez cielo e infierno. El problema es que el canon de la literatura argentina ha sido y sigue queriendo ser excluyente, municipal, cortito y mezquino. Pero eso también está cambiando en democracia.
Muchas personas con ciudadanía alemana emigraron a la Argentina antes (los perseguidos) y después de la II Guerra Mundial (los perseguidores), amén de la inmigración anterior. ¿Qué huellas culturales y literarias ha dejado la inmigración de Alemania en la Argentina?
Como país de inmigración que fuimos y seguimos siendo, ninguna influencia nos es ajena y eso me parece fantástico. En el caso de la influencia de la inmigración alemana en particular, no soy experto pero sigo en general los autorizados trabajos de Osvaldo Bayer y más recientemente me interesan la mirada y los textos de Esther Andradi.
¿Qué importancia tiene la Feria del Libro de Fráncfort para la literatura argentina?
Toda feria de libros es importante para cualquier literatura, y siendo la de Fráncfort la de mayor relieve en el mundo, es un honor y una oportunidad extraordinaria que la literatura argentina tenga un espacio de excepción.
¿Qué imagen va a transmitir Argentina de sí misma en la Feria del Libro de Fráncfort y qué imagen debería de transmitir en su opinión?
Yo espero que sepamos mostrar la pluralidad de voces y textos que hoy nos caracterizan. Espero que en Alemania y en el mundo se pueda leer la riquísima literatura argentina que se está escribiendo en democracia. La imagen me preocupa menos, es un concepto publicitario y de interés solamente para políticos. A mí me interesa la literatura de calidad. Goethe, Brecht, Mann, Grass y tantos más no dan una "imagen" de Alemania en sus obras. Son Alemania porque son la literatura alemana.
Mempo Giardinelli es escritor y periodista. Nació en Resistencia, Chaco, República Argentina. Vivió en Buenos Aires entre 1969 y 1976, estuvo exiliado en México entre 1976 y 1984, y cuando regresó fundó y dirigió la revista "Puro Cuento" (1986-1992). Entre 1993 y 2000 se radicó en Paso de la Patria, Corrientes. Desde 2001 reside en Resistencia. Es autor de novelas, libros de cuentos y ensayos, y escribe regularmente en diarios y revistas de la Argentina y otros países. Ha publicado artículos, ensayos y cuentos en casi todo el mundo. Su obra ha sido traducida a veinte idiomas y ha recibido numerosos galardones literarios en todo el mundo, entre ellos el Premio Rómulo Gallegos 1993 y el Premio Pregonero de Honor 2007. También recibió el Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Poitiers, Francia, en 2007, y otras importantes distinciones literarias en América y Europa.
Entrevista de: Pablo Kummetz
Editora: Emilia Rojas