Argentina se vuelve protagonista en el Mundial
16 de junio de 2006En un ambiente de color y pasión futbolera, el estadio de Gelsenkirchen albergó a miles de argentinos que pintaron de celeste y blanco el graderío de esa arena. Y es que Argentina gana y gusta, y por momentos parecía que jugaba en casa. “La doce” –como se la conoce entre los seguidores sudamericanos- fue encabezada por el mismísimo Maradona que -con un llamativo crucifijo en el pecho- alentaba y bailaba en la tribuna ante la atenta mirada de Beckenbauer. Los serbios y montenegrinos -unidos para esta ocasión-, percibieron desde el comienzo del partido que el Mundial les será corto.
Los más destacados
Las necesidad por puntuar y las bajas de los balcánicos fueron las claves que Argentina supo aprovechar desde el inicio. Con un planteamiento táctico ofensivo desde la mitad de cancha hacia delante y con una defensa sólida, los hombres de Pekerman fueron muy superiores y se convierten en protagonistas de peso del campeonato.
Dos de los jugadores más discutidos del conjunto argentino, Maxi Rodríguez y Esteban Cambiaso, fueron los que con sus goles le dieron tranquilidad al conjunto argentino para manejar el ritmo del partido.
El conejo Saviola fue un de los más destacados y participó en la creación de tres de los goles del primer tiempo. El más bonito y que demostró el sentido de equipo de este conjunto, fue el tercero en que la tocaron todos los jugadores de ataque.
Sueños permitidos
Argentina se sabía superior y la segunda parte jugó a placer. Aventajado por la expulsión de Kezman desde el minutos 20, Serbia y Montenegro estaba condenado. Desde el banco de suplentes, Messi era un espectador de lujo y desperdiciado, y para ese entonces todos lo pedían.
Pekerman no desoyó los deseos de la tribuna y lo hizo entrar faltando los últimos quince. El pibe –como ya es costumbre- no defraudó. Se escapó por la banda izquierda y entregó un gol a Crespo. Luego vino el quinto, un golazo de Carlos Tevez. Faltando dos minutos, Messi engalanó su debut con el sexto y definitivo. Argentina puede permitirse soñar, ya es uno de los protagonistas.