Argentina tiene que ser reconstruida
7 de noviembre de 2008No augura nada bueno a su querido país. El catedrático argentino y presidente emérito de la Universidad Americana de París (AUP) Gerardo della Paolera no se anda por las ramas al hacer una evaluación de la situación de su natal argentina. El investigador acusa de despilfarro a las administraciones de Duhalde y de los Kirchner y de haber llevado al país al borde de una nueva bancarrota. “Es un Estado totalmente quebrado y lo que está haciendo esta clase política al absorber el sistema de pensiones es apropiarse claramente del dinero”, asegura.
Desde que fue anunciado por Cristina Kirchner, el proyecto de traspasar al Estado los activos de las Administradoras de Fondos de Jubilación y de Pensión (AFJP), ha provocado una intensa polémica en Argentina. Pese a la oposición popular y de numerosos diputados, la Cámara de Diputados aprobó en la madrugada de este viernes el proyecto de nacionalización de los fondos de jubilación privados, tras un debate de 14 horas. El proyecto de ley ahora tendrá que ser aprobado por el Senado el próximo 20 de noviembre.
Evitar la quiebra
El economista subraya que no se trata de una decisión estratégica, ni el resultado de un análisis económico racional. “Se trata de evitar un default, una nueva quiebra de la Argentina durante el año 2009. Yo creo que la suerte que han tenido estos presidentes ha sido única. Nunca había ocurrido en un siglo que subieran así los precios de las materias primas. Se la pasaron aplicando políticas populistas y de distribución a la clientela amiga”, afirma.
Quien fuera rector de la Universidad Torcuato di Tella, subraya que ha habido una destrucción microeconómica de la Argentina impresionante. “Es una destrucción de los contratos nunca vista. Argentina es un país que claramente hay que reconstruir partiendo de cero”, añade. Doctorado en la Universidad de Chicago en 1988, della Paolera afirma que la impunidad por parte de los que están gobernando el país no se había visto jamás en la Argentina. “Con la sorprendente pasividad del pueblo argentino que acepta sin reparos esta situación”. Della Paolera espera que los precios de las materias primas no sigan bajando, por el bien de los ciudadanos. Sin embargo el problema subsiste y es, a su juicio "que la honestidad no es la ventaja comparativo de esta clase gobernante sino que además, son definitivamente incapaces".
No a los “bail outs”
Interrogado sobre si los organismos internacionales tienen alguna responsabilidad de cara a la crisis global que ha golpeado particularmente al país sudamericano, della Paolera señala que fueron responsables en diciembre del 2001 cuando dejaron caer al país. “También la tuvo EEUU, entonces había una doctrina que se oponía a hacer bail outs, operaciones de rescate, como las empresas cuando se declaran en bancarrota.
El investigador señala que América Latina es una región económica importantísima y que de esto no se percatan los líderes mundiales. “Hay países como Brasil, Chile, que han hecho bien los deberes. El Uruguay es una economía pequeña, que creo saldrá bien de esta crisis. Brasil va a recibir la ayuda del FMI si es necesario, Chile no la necesita", opina.
Nuevo Bretton Woods
Interrogado sobre si será necesario un nuevo Bretton Woods con los países emergentes y desarrollados, della Paolera responde que ya había una necesidad de hacer eso en 1971, cuando Estados Unidos abandonó el patrón oro y siguió emitiendo grandes cantidades de dinero y endeudamiento.
“Yo creo que ahora estamos en una situación en donde hay una gran oportunidad para el Fondo Monetario Internacional (FMI) de transformarse en una especie de banco central internacional, no me pregunte hoy como se conformará ese modelo económico, pero no hay ninguna duda de que esto no marcha ni para adelante ni para atrás, la tasa entre el dólar y el euro está totalmente indeterminada, hay un caos desde el punto de vista de los mercados cambiarios y es necesario que surga una iniciativa inteligente. No necesariamente de políticos hiperactivos –aludiendo seguramente a Sarkozy- sino de economistas que reflexionen sobre cómo concretar este nuevo Bretton Woods.