Argentina y Costa de Marfil, una fiesta imperdible en Hamburgo
11 de junio de 2006
El estadio AOL en el barrio de Stellingen, fue sede del encuentro entre Costa de Marfil y Argentina. Casi 50.000 espectadores disfrutaron del partido donde el juego a veces se confundió con un baile y los continentes se dieron un abrazo amistoso.
Las tribunas del estadio y la ciudad entera vistieron hoy los colores de las banderas albicelestes de Argentina y verde-blanco-naranja de Costa de Marfil, una mezcla de colores y de culturas. El partido se disputó bajo un clima amistoso donde las hinchadas bailaban al son del mismo ritmo, el fútbol.
Un sueño se hace realidad
El partido que se jugó hoy en Hamburgo no solo fue el primer partido en el Mundial 2006 para estos países, sino también la primera participación de Costa de Marfil en un mundial. Después de siete intentos frustrados se hace realidad el sueño del país ubicado al oeste de Africa.
La alegría de poder ser parte del evento futbolístico más importante del mundo corre como una brisa por la ciudad. Algunos hamburgueses, hinchas de Costa de Marfil, están convencidos de que el buen clima, que predomina por estos días por la ciudad, llegó junto a la alegría que traen los hinchas de Costa de Marfil.
“Sabíamos que Argentina era un rival difícil. Jugamos lo mejor que pudimos pero no fue suficiente para ganar”, comenta un hincha de Costa de Marfil y agrega “el habernos clasificado y ser parte del Mundial ya es una fiesta“.
La fiesta en la Reeperbahn
Finalizado el partido los hinchas de ambos equipos se trasladaron hacia la Reeperbahn, más conocida como la calle de la lujuria, donde bares, teatros y discos ofrecen entretenimiento garantizado de todo tipo y a toda hora.
En la Reeperbahn están ubicada una pantallas donde se trasmiten todos los partidos. Aquí se reúnen los hinchas que no pudieron entrar al estadio para ver los partidos y disfrutan así al mismo tiempo de la fiesta en la Reeperbahn. “Esta calle siempre es una fiesta, no nos queremos ir más”, comenta un grupo de jóvenes argentinos entusiasmados.
Hamburgo en fiebre de Mundial
Toda la ciudad de Hamburgo es una fiesta, por las calles peregrinan jóvenes mochileros mezclando todos los idiomas. Por algunos barrios, como el Schanzenviertel, los autos ya casi no pueden transitar pues las calles se encuentran copado por los hinchas.
Se mire por donde se mire, Hamburgo es una fiesta engalanada con los colores de Costa de Marfil y Argentina. Argentina ganó pero en realidad el resultado es en esta fiesta del futbol casi lo que menos importa, pues el mundial apenas comienza y no todo esta dicho. Lo que queda es festejar.