"Armas nucleares deben ser tabú como la esclavitud": ElBaradei
10 de diciembre de 2005El egipcio, que dirige el organismo de control de la energía nuclear de las Naciones Unidas, dijo que el mundo tenía 27.000 cabezas nucleares y que ese número era "demasiado".
"La parte difícil es cómo crear un ambiente en el que las armas nucleares -como la esclavitud o el genocidio- sean consideradas un tabú y una anomalía histórica", dijo ElBaradei en su discurso.
El galardón, anunciado el pasado octubre, lo comparte ElBaradei por su labor para impedir la propagación de armas nucleares y por promover el uso seguro de la energía atómica con el presidente de la Junta de Gobernadores del OIEA, Yukiya Amano.
Ambos recibieron sendas medallas de oro y los diplomas del Nobel en una ceremonia en el Ayuntamiento de Oslo ante el aplauso de unos 1.000 invitados.
Los 10 millones de coronas suecas (1,25 millones de dólares) con los que está dotado el Nobel de la Paz irán a un organismo de la ONU o a las personas relacionadas con Naciones Unidas.
Cooperación multilateral es la única vía
ElBaradei dijo que el mundo afrontaba "amenazas sin fronteras" que no podían ser superadas construyendo muros, desarrollando armas o enviando tropas, sino sólo a través de la cooperación multilateral.
Esas amenazas son las armas de exterminio, el terrorismo, el crimen organizado, el conflicto armado, la pobreza, la enfermedad infecciosa y la degradación medioambiental, dijo ElBaradei.
"En regiones donde los conflictos se han enconado durante décadas, los países continúan buscando formas para compensar sus inseguridades o proyectar su poder," dijo.
"En algunos casos, pueden estar tentados a buscar sus propias armas de exterminio, como hicieron otros que les precedieron", añadió ElBaradei.
"Debemos asegurarnos que ningún país adquiere estar armas mortales", dijo, añadiendo: "Debemos asegurarnos que los estados con armas nucleares den pasos concretos hacia el desarme".
Demandas concretas
Instó a tres acciones concretas: una mejor protección del material nuclear y un sistema reforzado de verificación, control del ciclo de combustión nuclear y acelerar los esfuerzos de desarme.
Pese a las esperanzas surgidas con el fin de la Guerra Fría hace quince años del surgimiento de un nuevo orden mundial basado en la solidaridad humana, el mundo es aún lejos de ese objetivo, dijo el laureado.