"Asesino del paraguas" vuelve a causar controversia en Bulgaria
10 de septiembre de 2008Uno de los asesinatos más misteriosos de la Guerra Fría está provocando de nuevo un torbellino: 30 años después, Bulgaria quiere archivar mañana las investigaciones del "atentado del paraguas" que acabó con a vida del disidente búlgaro Georgi Markov, pese a los nuevos descubrimientos realizados.
Bulgaria, recientemente objeto de las críticas de la UE por la falta de investigaciones para luchar contra la corrupción, se opone a la posición de Reino Unido, donde Scotland Yard quiere seguir las investigaciones, y pretende dar carpetazo al caso, que prescribe mañana.
Georgi Markov, empleado del servicio búlgaro de la emisora británica BBC, tenía 49 años cuando el 7 de septiembre de 1979 fue atacado por un desconocido que llevaba un paraguas, que le pinchó en una pierna. Poco después, sufrió una fiebre alta y el 11 de septiembre murió en una clínica. Una autopsia señaló que Markov, que denunció abiertamente al régimen comunista en su país, fue envenenado con una dosis de rizina, un veneno vegetal.
El diario búlgaro "Dnewnik" en Sofía desveló esta semana por primera vez actas hasta ahora desconocidas de los servicios secretos búlgaros según los cuales un danés de origen italiano envenenó a Markov con una jeringuilla de veneno. El sospechoso, con el sobrenombre de "Piccadilly" era Francesco Gullino, que por ello recibió una recompensa de la entonces comunista Bulgaria. El nombre de Gullino también fue desvelado por la prensa británica.
"Piccadilly" fue entrenado, según esas actas secretas, en Bulgaria para cometer el atentado, informó el diario polaco. Tras el asesinato fue invitado al país a disfrutar de unas generosas vacaciones.
La fiscalía búlgara que nunca investigó a un sospechoso, insiste en que no hay base para sustentar la teoría del asesinato con un paraguas y quiere dar carpetazo al caso. (dpa)