Así se vive en Corea del Norte (II)
Les presentamos la segunda parte de las fotografías obtenidas por DW durante su visita a Pyongyang. Salimos a la calle junto al acompañante que nos puso el Estado y esto fue lo que vimos.
"Internet" a precio de medio helado
Centro de divulgación científica abierto recientemente en Pyongyang. La población puede acudir para disfrutar con juegos de ordenador o conectarse a internet “por la mitad del precio de un helado”, dice la guía. Internet es de hecho una limitada intranet interna sin acceso a páginas del exterior.
Minifaldas y botas
Los uniformes son ubicuos en el país. Los encargados de controlar el tráfico son en su mayoría mujeres jóvenes vestidas con minifaldas y botas.
Esperando el desfile
El Ejército norcoreano cuenta con 1,2 millones de soldados sobre una población total de 25 millones. Hacia el estamento militar se dirige el grueso de los escasos recursos del país. En la foto esperan el inicio del desfile militar por el Día del Sol en honor del fundador del país, Kim Il-sung.
Sonrisa y música
Niñas aprendiendo música en una academia. Este tipo de escuelas son comunes en Corea del Norte, donde se valora especialmente el talento en disciplinas artísticas y deportivas.
Lujo subterráneo
El metro de Pyongyang es el más profundo del mundo y serviría de refugio en caso de ataque. El lujo de la estación contrasta con los trenes avejentados. Los usuarios pueden aprovechar la espera informándose sobre el último misil lanzado.
Desfile ante la modernidad
La arquitectura de Pyongyang es tan característica como sorprendente. Los nuevos edificios son octogonales, ovalados o de cualquier otra delirante forma. También se asemejan a un libro invertido si allí vivirán los académicos o a algo parecido a un enchufe si se destinarán a los científicos.
Fútbol y muchas calorías
Niños jugando fútbol en un colegio de huérfanos en la capital. Los responsables prometen que ingieren 3.500 calorías diarias, más de las que necesita un deportista de élite en cualquier país el mundo.
Propaganda por doquier
Los carteles propagandísticos son habituales en las calles de Pyongyang. Hablan de la fortaleza del Ejército, de la necesidad de una patria unida contra el enemigo externo, de los trabajadores como base de un sistema ideológico que solo existe acá: el juche.
Paso firme, condecoraciones y fusiles
Los desfiles militares son actividades muy recurrentes en el calendario norcoreano. El objetivo del Gobierno es mostrar a sus fuerzas armadas bien equipadas, entrenadas y actuando con marcialidad coreográfica. Y el resultado suele ser, a lo menos, sorprendente.