Ataques en Rusia y el mito del ejército invencible de Putin
5 de junio de 2023"A primera hora de la mañana, salimos del pueblo bajo los bombardeos. Dejamos todas nuestras pertenencias. Estamos aterrorizados", cuenta a DW Galina, originaria de Shebékino, en Belgorod.
Galina es parte de un grupo de residentes de Shebekino que optaron por abandonar su ciudad, en la región de Belgorod, cuando sufrió un fuerte ataque el último jueves (1.6.2023).
Las hostilidades en la ciudad continuaron al día siguiente, provocando el desplazamiento de unas 2.500 personas a refugios temporales, según el gobernador regional Vyacheslav Gladkov. Las autoridades locales organizaron una evacuación, pero a algunos residentes les resultó difícil escapar de la ciudad.
"La evacuación estuvo muy mal organizada, funcionó más bien el boca a boca", dice Svetlana, otra residente. "No pude comunicarme con los números que nos proporcionaron. La contestadora decía: 'Por favor, espere. El número que ha marcado no está disponible en este momento'. Tuve que buscar una persona que pudiera sacarme".
Shebekino, con sus 40.000 habitantes, se encuentra a unos cinco kilómetros de la frontera suroeste de Rusia con Ucrania. Los lugareños cuentan que la ciudad ha sido bombardeada intermitentemente durante los últimos meses, pero el ataque más reciente del jueves no tuvo precedentes en su intensidad y dejó la ciudad paralizada y casi vacía. Las imágenes de las redes sociales compartidas por los medios de comunicación locales mostraban calles envueltas en humo, edificios destruidos y carreteras cubiertas de escombros producidos por los misiles. Según las autoridades locales, al menos doce personas resultaron heridas y dos mujeres han muerto en las últimas 48 horas.
Incursiones en territorio ruso cada vez más frecuentes
Los militantes proucranianos de la Legión de la Libertad de Rusia y el Cuerpo de Voluntarios Rusos dijeron haber ingresado a Shebékino el jueves y afirmaron que "iban a liberar a toda Rusia, desde Belgorod hasta Vladivostok". El Gobierno ucraniano ha negado cualquier implicación con los militantes, aunque un oficial militar ucraniano ha reconocido "cooperar" con los grupos.
A principios de mayo, estos autoproclamados grupos de "voluntarios", supuestamente compuestos por rusos que luchaban en el lado ucraniano, realizaron incursiones en la frontera de Belgorod. Los observadores han percibido los ataques como una vergüenza para el Kremlin y muestran su preocupación de que los territorios fronterizos en Rusia puedan ser vulnerables a los ataques.
“No sabemos quién nos protegerá”
Los lugareños también están preocupados. “No sabemos quién nos protegerá, quién nos ayudará”, lamenta un estudiante en un video publicado en Telegram, dirigiéndose al Gobierno ruso y expresando la ira de muchos que viven en la región.
Dado el creciente número de incursiones de militantes en suelo ruso en las últimas semanas, algunos residentes de Belgorod han pedido al gobernador local que declare el estado de emergencia en el área, lo que les permitiría recibir una compensación estatal. Consultados por DW, dicen que se habían sentido abandonados por las autoridades. Algunos residentes critican la guerra, una opinión que no pueden compartir abiertamente porque, según explican, son una minoría en Shebekino.
"Deberíamos retirar nuestras tropas del territorio extranjero, devolver Crimea y los territorios ocupados a Ucrania; las autoridades primero tienen que ocuparse de su propia población", afirma Alina, quien, como los demás, no quiere dar su nombre completo.
El Kremlin intenta hacer caso omiso de los ataques
El presidente ruso, Vladimir Putin, no ha expresado públicamente mucha preocupación por los ataques en las regiones fronterizas. El jueves, el día de los ataques más intensos en Shebekino, estaba tranquilamente respondiendo preguntas de escolares, uno de los cuales inquiría si era más poderoso que Santa Claus.
Cuando se le preguntó sobre los ataques con aviones no tripulados en Shebekino, el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, simplemente dijo: "Ciertamente, esto no puede afectar el curso de la operación militar especial", aparentemente minimizando los ataques.
Como escribió la analista política Tatiana Stanovaya, miembro principal del Carnegie Endowment for International Peace (CEIP), la estrategia de Putin es "mantenerse callado siempre que sea posible, presentar los fracasos como éxitos y no insistir en los ataques: así no habrá necesidad de reaccionar o poner excusas. En sus tratos con las instituciones nacionales y la élite, Putin se ha guiado durante mucho tiempo por el mismo mantra de 'No le des mucha importancia'".
Abbas Gallyamov, analista político y exredactor de discursos de Putin, cree que los recientes ataques en territorio ruso podrían tener un impacto en la percepción pública del liderazgo ruso y la guerra en Ucrania. "Los ataques en Belgorod destruyen por completo el mito del ejército invencible de Putin. No solo no saben avanzar, sino que son igual de malos en su defensa", dice Gallyamov en Telegram.
(ct/ms)