Atenas: la hora de la verdad
17 de febrero de 2015Luego de la fracasada reunión del eurogrupo el lunes (16.02.2015), ha llegado la hora de los analistas. Observadores de los mercados financieros registraron el martes por la mañana pérdidas del cuatro por ciento en las bolsas griegas. Periodistas económicos esbozan un escenario en el que podría llegarse a una “Grexit” (salida de Grecia del euro) por accidente. Es decir, Grecia podría meterse políticamente en un callejón sin salida y sin querer catapultarse a sí misma fuera de la eurozona. Si eso sucede, podría ser también el fin del Gobierno de Tsipras.
También se calcula cuánto podría costar una “Grexit”. En caso de que Atenas decida no pagar sus deudas, el riesgo para Alemania se estima en 80.000 millones de euros. Hasta fines de marzo, Grecia debe reembolsar unos 4.000 millones de euros. La bancarrota puede estar cerca. También otros países europeos, por ejemplo Francia e Italia, garantizan las deudas griegas con miles de millones de euros. Que Grecia dejara de pagar sería para ambas economías un duro golpe.
El eurogrupo se presenta monolítico
Igualmente, el eurogrupo continúa rechazando la exigencia de Atenas de financiar el presupuesto griego sin condiciones. Para el resto de los países europeos, la cosa está clara: el programa vigente, del que aún faltan dar a Grecia unos 7.000 millones de euros, debe ser prolongado antes de que venza.
Ya hasta ahora, Atenas no ha cumplido al cien por cien con las condiciones del programa. “No obstante, el eurogrupo siempre ha manifestado su comprensión. Ahora no queda otra alternativa que prolongarlo, si bien son posibles algunos compromisos en cuanto a su forma de implementación”, dice Wolfgang Schäuble, el ministro de Hacienda alemán.
La solidaridad tiene un límite
La solidaridad dentro de la Unión Europea está basada en acuerdos voluntarios entre sus países miembros. Los Gobiernos deben convencer a sus ciudadanos de que es una buena idea dar más dinero a Grecia.
Jeroen Dijsselbloem, el jefe del eurogrupo, dijo que el plazo para que Atenas solicite una prolongación del programa actual vence el próximo viernes. La solicitud debe llegar a Bruselas a más tardar el miércoles por la noche, para que los ministros puedan convocar una reunión extraordinaria para el 20 de febrero.
Mario Draghi, el director general del Banco Central Europeo, se reunirá también el miércoles con representantes del Gobierno de Atenas para hablar sobre una eventual financiación de emergencia de los bancos griegos. Draghi tiene en sus manos un elemento con gran poder de convicción: si cierra el grifo de dinero para los bancos griegos, estos se quedan sin efectivo y la crisis estallaría.
En general se tiene la impresión de que los países de la unidad monetaria ya no están más dispuestos a pagar cualquier precio para mantener a Grecia dentro de la eurozona. Esta semana puede ser la decisiva.