Aumenta el temor ante el virus asiático
22 de abril de 2003
El Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), originario del sudeste asiático, extiende su campo de infección a todo el mundo. El representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China, Hans Bekegam, afirma que tarde o temprano la infección se extenderá a todas las provincias del país asiático. En una entrevista, Bekegam manifestó que el sistema de control de epidemias de Pekín es deficiente y la OMS podría recomendar la cancelación de todos los viaje a China. Las zonas mas conflictivas son las zonas rurales del país asiático donde las condiciones de atención primaria son mínimas.
Cambio de estrategia
El gobierno de Pekín ya tomó las medidas correspondientes pero han resultado insuficientes. El ministro de Salud ha sido destituido y Bekegam se muestra satisfecho por el cambio de estrategia del gobierno chino. Aún así, en palabras del representante de la OMS, las cifras oficiales todavía no son del todo creíbles. La epidemia se extiende de manera alarmante y la única información fidedigna proviene de fuentes independientes no oficiales.
Cifras de pánico
El ministro de Salud confirmó la muerte de otras 5 personas así como la aparición de 157 nuevos casos de neumonía atípica. La enfermedad se ha extendido ya al 70% de todo el territorio nacional y las listas de afectados superan ya los 2250 contagiados y las 97 víctimas mortales. Además unos 918 pacientes han sido ingresados en cuarentena en todo el mundo a la espera de diagnóstico, bajo sospecha de contagio.
La epidemia se ha extendido a las 4 metrópolis más pobladas de China, donde vive el 70% de la población y donde se produce el 85% del producto interior bruto. La lucha contra la epidemia durará todavía algunos meses. Según los expertos se necesitan por lo menos 6 meses para considerar bajo control una epidemia. El primer caso de SARS apareció en noviembre en Cantón pero hasta que la enfermedad no llegó a Pekín, no se tomaron medidas para controlarla.
En unos 6 meses, el virus que provoca la neumonía atípica se ha dispersado por todo el mundo. Desde Asia hasta Europa pasando por América. La aparición de nuevos focos de infección y de nuevas víctimas hace aumentar el pánico mundial ante el peligro del contagio.