Avalanchas de nieve: el hombre contra los elementos
Quienes viven en la alta montaña tienen que lidiar frecuentemente con el peligro de aludes. Aquí presentamos una serie de medidas anti-avalanchas para protegerse.
Prohibido el paso
Si hay peligro grave de avalancha, lo primero es cerrar la carretera. Nadie puede predecir cuándo caerá exactamente. Además de esta medida de actuación rápida, también hay otros mecanismos de protección permanente contra los peligros provocados por desprendimientos de masas de nieve.
Entre rejas
La mejor protección contra las avalanchas es evitar que se produzcan. Para ello, se suelen utilizar estructuras de acero o redes para frenar la nieve, que evitan que se generen las avalanchas. Este tipo de construcciones sirve de soporte para las capas de nieve situadas en las pendientes.
Un baluarte contra el monstruo blanco
Cuando la avalancha ya ha comenzado a desprenderse, estas represas sirven para evitar daños mayores, deteniendo las masas de nieve o desviándolas a zonas donde no haya edificios.
Si no se puede evitar, habrá que esquivar
Para proteger las casas, también hay algunas estructuras que sirven para desviar las masas de nieve y evitar los posibles daños. Son las llamadas cuñas de avalanchas.
Nota esotérica
Al primer vistazo, estas construcciones podrían parecer tumbas prehistóricas. En realidad, estas colinas de Lessach (Austria) sirven como medida de protección. Este sistema de freno en forma de cono reduce la velocidad de la avalancha. Fue construido en la década de los 40. Según se dice, las estructuras emiten cierta energía espiritual.
Bloqueo en un cañón natural
También las estructuras de bloqueo de hormigón pueden ayudar a reducir la velocidad de las avalanchas en puntos estratégicos. Por cierto, por regla general, no se suele utilizar solo una de estas medidas. Por eso los expertos suelen hablar de “gestión integral de avalanchas”.
Bajo la avalancha
Las galerías para avalanchas suelen ser muy costosas, pero también bastante efectivas en lugares vulnerables. Se trata de una especie de techo para carreteras. Cuando baja la avalancha, la nieve se desliza por encima, sin destruir la carretera ni afectar a los vehículos. Así se pretende reducir el número de días que las carreteras quedan bloqueadas.
Más vale prevenir...
En Suiza, casi todas las ciudades tienen un registro que indica el peligro de avalancha, tal y como se muestra en este mapa de Davos. Las zonas rojas indican un área especialmente peligrosa donde no se puede construir. En las zonas azules, se exigen condiciones especiales para construir, mientras en las amarillas solo se prevén daños menores. Por último, las blancas indican riesgo mínimo.
Desprendimientos controlados
Como medida de protección, también se provocan avalanchas intencionadamente utilizando explosivos, para así evitar desprendimientos mayores y garantizar la seguridad en zonas de deportes de invierno. Este método se usa mucho en Suiza. Según el instituto de investigación SLF, existen 300 dispositivos permanentes.