Ayuda humanitaria para alfabetización en las "villas miseria" de Argentina
20 de julio de 2005Un futuro sin salida educativa y laboral espera a los chicos que crecen en las villas miserias de Buenos Aires y en las del resto del país sudamericano. Aislados socialmente, y carentes de los recursos más elementales, no aprenden a leer y a escribir. Los niños son, como siempre, los más afectados por los resultados de la crisis económica, atrapados en el círculo vicioso de la pobreza, el analfabetismo y el desempleo.
Leer y crecer con Oscarcito
A menudo, los chicos argentinos de las villas miseria son discriminados y dejan de ser tomados en cuenta en la escuela, ya que muchos de ellos no hablan el castellano “correcto”, de las clases media y alta, sino un dialecto propio, compuesto, en parte, por vocablos de su etnia indígena. Los maestros no tienen ni la preparación ni la experiencia suficiente como para guiarlos. Además, al faltarles el acceso a bienes materiales tales como juguetes o libros, por no hablar de televisores o computadoras, estos niños carecen a temprana edad de muchas vivencias necesarias para desarrollar sus sentidos y su capacidad cognitiva. Pero su sed de aprender está latente, y están esperando contar con lo necesario para poder desarrollarse.
Para ayudarlos a aprender las primeras letras, e integrarse con éxito a la escuela primaria, un grupo de lingüistas y maestros argentinos, junto con trabajadores sociales y vecinos, crearon el proyecto “Leer y Crecer”, del cual “Oscarcito” forma parte, y cuyo objetivo es proveer apoyo y un método pedagógico práctico que se adapte a su entorno. Se trata de un método nuevo, que contempla el cambiante paisaje social y educativo en la Argentina de hoy. La Asociación Care de Alemania enfoca su tarea en ayudar a las minorías a combatir la pobreza, el analfabetismo y el SIDA, y "decidió apoyar este proyecto después de evaluarlo cuidadosamente, ya que pensamos que puede ser exitoso", cuenta Kirsten Andrä, vocero de prensa de Care, a DW-WORLD. "Para el año 2005 se prevé reunir 30.000 euros de donaciones privadas. Sin ellas, este tipo de colaboración no sería posible", refiere Andrä.
Trabajar para que la niñez tenga futuro
Con ese panorama se encontraron Horst Schroth, actor alemán, y su mujer, la Dra. Elke Röttgard, psicóloga, quien vivió parte de su infancia en América Latina, al interesarse por la niñez carenciada en Argentina. Decidieron apadrinar el proyecto para que, como apela Schroth desde folletos que reparte entre fans, amigos y asociaciones, “todos los niños tengan el derecho de crecer con paz, salud y dignidad. Horst cree que “ ellos tienen derecho a su futuro y de esa manera el derecho a una sólida formación.” "El proyecto ofrece a los niños las herramientas necesarias como para desarrollar el gusto por el aprendizaje, y respeta su entorno, enfocándose en temas vitales para ellos. Los niños son protagonistas de las historias y se ven reflejados en ellas", cuenta Kirsten Andrä.
¿Por qué se embarcan los donantes privados en este proyecto? La Dra. Röttgard cuenta a DW-WORLD que ”es mejor brindar nuestro apoyo a algo concreto, que conocemos y de cuya eficacia estamos convencidos, que donar dinero sin más ni más”. Quien dirige el proyecto es la argentina Ana María Borzone, Profesora de Linguística e investigadora del CONICET (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas). Hace 35 años estudia el desarrollo del lenguaje y la alfabetización y, según refirió a DW-WORLD, "el proyecto Leer y Crecer se está difundiendo por toda Argentina, y podría ser modelo para otros países latinoamericanos con similar problemática".
Es necesario concientizar a la sociedad
Hasta el momento, "Oscarcito" se utiliza en el trabajo con aproximadamente 200 chicos, y se espera poder aumentar esa cifra cuanto antes. Kirsten Andrä agrega que "de parte del Ministerio Argentino de Educación no se contemplan las necesidades de estos niños. El material educativo en Argentina es bueno, pero, en su mayoría, está dirigido a alumnos de la clase media, que cuentan con más medios y mejor preparación para la escuela primaria. Si bien aún no hay conciencia suficiente de que se trata de una minoría con demandas específicas, ya hay reacciones positivas, como la solicitud del material educativo por parte de algunas provincias. La ciudad de La Plata, por ejemplo, se mostró interesada y su Universidad se encargará de la impresión y difusión de los libros y cuadernos de trabajo." Según Andrä, el proyecto no sólo contempla las necesidades educativas de los niños, sino que es multidimensional, ya que les brinda una comida por día e integración familiar y social.