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Balance Berlusconi

Eva Usi13 de abril de 2006

El resto de Europa mira con alivio hacia Roma, donde un gobierno dirigido por el sobrio Romano Prodi significa un retorno al espíritu europeísta italiano, sin embargo la transición no se ve fácil.

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Acabó la era Berlusconi.Imagen: AP


Pese a la disputa sobre los resultados de las elecciones parlamentarias en Italia, el jefe de la oposición y ganador de los comicios, Romano Prodi, anunció que comenzará negociaciones para la conformación de un nuevo gobierno. El todavía primer ministro en funciones, Silvio Berlusconi, después de gritar a los cuatro vientos que hubo fraude electoral, cambió repentinamente de tono, sugiriendo la formación de una gran coalición según el modelo alemán.

Persiste la incertidumbre

Wahl in Italien wartende Anhänger von Prodi
Simpatizantes aguardan los resultados de la votación.Imagen: picture-allliance/dpa

Mientras continuaba el debate sobre un nuevo conteo de los votos anulados, algunos medios, como el español El País, afirmaban en su edición de hoy que unas 30.000 papeletas, al parecer votos para Forza Italia, se habían perdido en el trayecto de Suiza a Roma. El envío del telegrama de felicitaciones desde Berlín a Romano Prodi tuvo que ser pospuesto. El gobierno de Angela Merkel expresó los deseos de que Italia tenga pronto un gobierno estable y en funciones. El presidente francés, Jacques Chirac, felicitó a Prodi por su victoria: "Estoy convencido de que Francia e Italia fortalecerán su relación bilateral en beneficio del proyecto comunitario", dijo Chirac en un comunicado.

Romano Prodi tiene políticamente el derecho a reclamar el puesto de primer ministro, y aritméticamente tiene buenas posibilidades de obtener los votos necesarios en las dos cámaras. Il Cavaliere, como el vox populi llama a su primer ministro, ha perdido el poder sin quedar completamente fuera de la jugada. Hasta en el papel de mal perdedor, que duda de la victoria de su rival, Berlusconi se mantiene fiel a sí mismo.

Italien erhält neue Verfassung - Silvio Berlusconi
Silvio Berlusconi, tres poderes en uno.Imagen: dpa - Report

Balance de un lustro Berlusconi

El balance de 5 años de Berlusconi, apenas si cumple con las cinco promesas que hizo a los electores italianos durante su campaña electoral de 2001, cuando dijo que si no cumplía por lo menos cuatro de ellas no buscaría un nuevo mandato. Prometió reducir los impuestos y el crimen, aumentar las pensiones a por lo menos un millón de liras (520 euros), reducir a la mitad el desempleo creando 1,5 millones de puestos de trabajo. Llamándose a sí mismo el jefe del gobierno más reformador de la historia, se anotó casi 30 importantes reformas diciendo: "sólo Napoleón logró más".

Según las estadísticas, las promesas fueron cumplidas a medias. El índice de desempleo cayó del 9,2% en julio de 2001 a 7,1% a finales de 2005. El crecimiento económico es débil, mientras que la producción industrial y la productividad se han contraído. La deuda pública italiana, de 1.5 billones de euros, convierte al país en el tercero más endeudado del mundo.

Berlusconi: divina trinidad

Italien: Protest gegen neues Gesetz, Antonie Di Pietro, Silvio Berlusconi
Manifestaciones anti-Berlusconi.Imagen: AP

No se puede decir lo mismo respecto a su fortuna personal, unos 9.600 millones de euros que según medios italianos, se ha triplicado desde que inició su carrera como político en 1993. El valor de su grupo mediático, Mediaset, se duplicó desde 1996, mientras que la venta del 16,6% del capital del grupo significó ingresos en 2005 de 2.100 millones de euros. En el transcurso de 11 años, el grupo Fininvest de Berlusconi generó unos 700 millones de euros, lo que significó ingresos mensuales de 5,3 millones de euros en el 2004, que se duplicaron un año después.

La revista estadounidense Forbes sitúa a Berlusconi en el puesto 25 entre los hombres más acaudalados del mundo. Según el Financial Times, Berlusconi ocupa el cuarto puesto entre los más poderosos del mundo pues como ningún otro líder occidental, cuenta con poder económico, político y mediático, sin embargo después de cinco años la reencarnación de la divina trinidad ya no impresiona a los italianos.