Balance ecológico 2008: "hay que detener la extinción de las especies"
4 de agosto de 2009El período de gobierno de la coalición alemana del Partido Social-Demócrata y la Unión Demócrata-Cristiana se acerca a su fin luego de cuatro años, y así llega la hora de hacer un balance no sólo en política, sino también en protección al medioambiente.
La Liga Alemana para la Protección de la Naturaleza (NABU) habló de unos resultados no demasiado positivos en cuanto a ecología para el año 2008. “La gran coalición comenzó su vuelo en el área de protección al medioambiente como un águila y lo terminó como un gorrión”, dijo el presidente de NABU, Olaf Tschimpke en Berlín.
“En la vida cotidiana alemana no está asentada la protección de las especies”, aseguró Olaf Tschimpke. Se debe preservar el funcionamiento de los ecosistemas, dice Tschimpke, y por eso, la protección de las especies es una cuestión clave para la supervivencia de la humanidad.
NABU exige 300 millones de euros anuales para detener la muerte de animales y plantas. Además, para el año 2020, propone una reducción del consumo energético en un 15 por ciento y pide que se grave con un impuesto especial los envases no retornables.
Aspectos positivos y negativos en política medioambiental
El presidente de la Liga criticó ante todo que no se haya logrado crear un código ecológico, es decir, una instancia legal que regule la protección de la naturaleza. El motivo del fracaso es, según Tschimpke, que dentro de la coalición gubernamental se frenó la concreción del código, y eso representaría "una oportunidad perdida para lograr unificar el derecho medioambiental en Alemania”, dijo Tschimpke.
En lugar del código ecológico se aprobó una ley, la Ley Alemana de Protección a la Naturaleza, la cual, según la organización ecológica, no alcanzaría para proteger las especies y sus espacios vitales.
Entre otras cosas, la crítica de Tschimpke se concentró en la utilización indiscriminada de terreno para la construcción y la industria. Cada día se estarían perdiendo 100 hectáreas de superficie natural en Alemania y, según el presidente de la liga NABU, el Gobierno de socialdemócratas y demócrata-cristianos se había puesto como meta limitar la pérdida a 30 hectáreas diarias.
Y tampoco la Ley de Eficiencia Energética vio la luz durante la legislatura que ahora se acaba. “En la Conferencia Mundial sobre Protección a la Naturaleza se le dio mucha importancia a la protección de las especies, pero a nivel nacional no se fue más allá de una estrategia de biodiversidad”, comentó Tschimpke a la emisora alemana Deutschlandfunk.
Por otra parte, Tschimpke reconoció los aspectos positivos para el medioambiente de estos últimos cuatro años de gobierno. Estos serían la aprobación de un programa integral para la energía y el clima con el objetivo de reducir la emisión de CO2 para el año 2020 en un 40 por ciento, así como la prohibición del cultivo de maíz transgénico de Monsanto (MON 810).
También el hecho de que Alemania haya puesto en marcha una estrategia para preservar la naturaleza fue elogiado por el presidente de NABU. Y este remarcó que ahora hace falta poner en práctica ese plan, ya que, sólo en Alemania, cerca de un 40 por ciento de las especies animales y vegetales están en peligro de extinción. Un reloj que marcha hacia atrás simboliza en Berlín el tiempo que resta hasta 2010, año que se puso como meta Europa para detener la extinción de la flora y fauna en peligro.
Descentralización energética y reciclaje de materias primas
Acerca del rumbo de la política energética, Tschimpke rescata que el Gobierno actual haya seguido con el plan de abandonar la energía atómica como recurso, y afirma que el futuro energético no está en las centrales nucleares, sino en una descentralización de fuentes energéticas renovables y en la creación de redes para poder utilizarlas.
El presidente de NABU explicó que, poco a poco, las materias primas están llegando a su fin, por lo cual sería más que necesario invertir en una estrategia de reciclaje. Al respecto, Tschimpke cree que algunos grandes logros en esa área, como el uso de envases retornables, han ido pasando al olvido. Según él, cada vez se quema más material, y por eso sería importante introducir un nuevo gravamen para los envases.
Alemania para la Protección de la Naturaleza es, con sus 460 mil miembros, una de las mayores organizaciones ecologistas de Europa y se fundó hace 110 años. En opinión de Tschimpke, el interés de los ciudadanos por la naturaleza no disminuye, aún en épocas de crisis económica, y subrayó que el año pasado se unieron 4.000 miembros más a la Liga, y que las donaciones aumentaron en un 13 por ciento, llegando a 2,7 millones de euros.
Autora: Cristina Papaleo, DPA, AP.
Editora: Luna Bolívar Manaut