Barroso: el mínimo común denominador
28 de junio de 2004El periódico económico Handelsblatt, de Düsseldorf, opina: "La Unión Europea está en malas condiciones. Cierto es que Barroso cumple los requisitos mínimos que cristalizaron en la pugna por la presidencia de la Comisión de la UE: proviene de un país pequeño que pertenece a la euro-zona, es conservador y habla varios idiomas, incluyendo el inglés y el francés. Pero ni siquiera en Portugal se lo considera un político fuerte. En las elecciones para el Parlamento Europeo sufrió una serie derrota en Lisboa, lo cual no constituye precisamente una recomendación para Bruselas. En el escenario de la UE apenas ha figurado, dejando al margen su dudoso papel como anfitrión de la cumbre de las Azores, poco antes de la guerra contra Irak. Entonces se granjeó el disgusto de opositores a la guerra, como Francia y Alemania; hoy ambos están por lo visto dispuestos a aceptarlo. Sin embargo, incluso con su aprobación, Barroso sigue siendo un candidato de tercera. Por eso, los grandes de la UE deberían pensar bien si consagrarlo efectivamente como sucesor de Prodi el martes, como está planeado. Con su designación disiparían las dudas en torno a su voluntad de acuerdo, pero prolongarían por otros cinco años la crisis de liderazgo en la Unión."
Falta de perfil
También el Frankfurter Rundaschau, de Fráncfort del Meno, plantea sus reparos y apunta: "Así, alguien consigue este alto cargo por el hecho de ser un jefe de gobierno, un conservador y por no haber disgustado a nadie en la UE. Alguien que, ciertamente, nunca habría llamado la atención como visionario europeo. (...) Es sobre todo su falta de perfil político-europeísta lo que da a Barroso la posibilidad de provocar consenso en el círculo de los países miembros. Ha de dársele la oportunidad de demostrar en Bruselas qué es lo que puede impulsar en Europa. Pero lo que habría que revisar con urgencia es la forma en que se designa al candidato. Si al fin y al cabo sólo se busca el mínimo denominador común, Europa nunca avanzará. Quien habla de más integración y de una Europa con capacidad de actuar, debe dotarla también del personal adecuado. No del que presente menos problemas, sino del mejor."
Bofetada para el electorado
El rotativo holandés Algemeen Dagblad considera que la nominación de Barroso sería una bofetada para el electorado. "Barroso acaba de sufrir una derrota electoral. Ello demuestra que no ha conseguido exponer claramente su política en casa. ¿Por qué habría de lograrlo a nivel europeo? ¿Es acaso alguien que apoyó la guerra contra Irak, en contra de la voluntad de sus electores, lo que se desea? (...) Aun así, todos están satisfechos. Alemania tendrá su supercomisario de Economía, los británicos a un amigo de Estados Unidos y a Francia poco le preocupa que la comisión siga siendo debilitada - a fin de cuentas, sus ideas las impone de todos modos en el consejo de Ministros. En síntesis, el viejo juego político."
Mejor que un desconocido
Diferente es el punto del vista del comentarista de The Times, de Londres, quien considera que "Barroso no es mal candidato en comparación con Romano Prodi. Había alternativas mejores, como el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, y Javier Solana, el coordinador de la política exterior de la UE. Pero resultó imposible convencerlos. Barroso fue un aliado de gran ayuda para Tony Blair, no sólo en la guerra contra Irak, en la que respaldó a la coalición anglo-norteamericana, sino también en lo tocante al tema de las reformas económicas en Europa. De todos modos es mejor que un individuo anónimo, quizá procedente una vez más de Luxemburgo, reclutado sobre todo porque esquiva cualquier controversia y habla francés fluidamente."