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Bashar al Asad: el dictador que se quedó solo

9 de diciembre de 2024

Termina una era en Siria: millones de personas celebran la caída del dictador Bashar al Asad. Un vistazo a su figura y su régimen.

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Bashar al Asad.
Bashar al Asad asumió la presidencia de Siria tras la muerte de su padre, en 2000.Imagen: Louai Beshara/AFP

Una dinastía que gobernó por décadas llegó a su fin en Siria. El derrocamiento de Bashar al Asad, el 8 de diciembre, puso tambiéntérmino al régimen del partido Baaz.

Asad era considerado un hombre con fuertes aliados. Si no hubiera sido por Rusia, Irán y las milicias financiadas por Irán, como la libanesa Hezbolá, no hay duda de que el dictador sirio habría sido barrido por la revolución de su país hace años.

La guerra ya había llevado al régimen al borde del colapso financiero en 2015. El Gobierno sirio apenas podía pagar a su propio ejército, y Asad solo controlaba alrededor del 10 por ciento de su propio país en ese momento. Por aquel entonces, Rusia fue en su ayuda, pero ahora, el régimen parece haberse quedado definitivamente sin respaldo ni tropas.

Represión tras la "Primavera árabe”

Nacido en 1965 en Damasco, Bashar al Asad no tenía inicialmente inclinaciones políticas. Estudió medicina, primero en su ciudad y luego en Londres, donde se especializó en oftalmología.

Tras la muerte de su padre, en el año 2.000, se modificó la Constitución siria expresamente para que él pudiera sucederlo, pese a ser demasiado joven. Cuando asumió la presidencia, muchos los veían todavía como un potencial reformista. Sin embargo, al estallar en 2011 la "Primavera árabe” en Egipto y Túnez, Bashar al Asad ya no quiso saber nada de reformas.

Las protestas arreciaron en el país y el Gobierno utilizó la fuerza de las armas contra los manifestantes, que se convirtieron así en enemigos irreconciliables del régimen. Ese mismo año, Estados Unidos y la UE demandaron la renuncia del presidente por la represión de las manifestaciones y la disidencia.

La brutalidad caracterizó al régimen de Asad desde el principio del levantamiento. Por ejemplo, cuando lanzó un ataque con gas tóxico en 2013 en el suburbio de Guta. No fue el único. Tampoco trepidó en bombardear escuelas y hospitales.

Torturas y asesinatos

Cerca de 600.000 personas fueron murieron víctimas de la brutalidad del régimen. Decenas de miles fueron torturadas y asesinadas en las cárceles.

Un juicio realizado en Coblenza, Alemania, contra un secuaz relativamente irrelevante en las cámaras de tortura sirias, arrojó luces sobre las dimensiones de los crímenes contra la humanidad de los que se responsabiliza a Asad.

Desde el comienzo de la guerra civil, millones de sirios dejaron su patria, huyendo de la violencia y la represión. Atrás quedó un país destruido, traumatizado y en buena medida despoblado.

Bashar al Asad y Vladimir Putin, y algunos soldados.
El apoyo ruso fue clave para que Al Asad pudiera mantenerse tanto tiempo en el poder.Imagen: ZUMA Press/imago

"Lo que sentimos hoy los sirios es indescriptible”, escribe Haytham Alhamwi, del centro comunitario sirio Rethink Rebuild Society de Londres. Alhamwi fue encarcelado en Siria en 2000 por criticar públicamente la corrupción del régimen. Su suegro y varios amigos murieron a causa de la tortura en las cárceles.

"Durante años instamos a la comunidad internacional a proteger a la población civil en Siria, pero nos respondían que era demasiado complicado y difícil. Ahora hemos visto cómo el régimen de Assad se derrumbaba en cuestión de días”, añade.

Si bien se responsabiliza a Assad y su régimen de violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra, todavía no existe ninguna orden de detención contra él dictada por la Corte Penal Internacional (CPI). Siria no reconoce dicho tribunal. Y en el Consejo de Seguridad de la ONU, que puede remitir casos a la CPI, Rusia probablemente vetaría una acusación correspondiente.(ms)