Beatlemanía y cultura
30 de diciembre de 2007Es imposible sustraerse del influjo de los Beatles en Liverpool. Tan sólo el aeropuerto se llama John Lennon. En el "White Star", el pub donde habrán tomado más de una cerveza, están sus nombres inscriptos en placas metálicas, en los lugares que cada uno solía ocupar.
La famosa Caverna
A la vuelta de la esquina se encuentra el "Cavern Club" donde John, Paul, George y Ringo fueron considerados estrellas ya en la primera hora. Naturalmente sus antiguas viviendas también forman parte del programa, así como la calle Penny Lane que fuera inmortalizada con la homónima canción de Lennon y McCartney.
Sólo el hecho de que Liverpool fuera considerada como cuna de la música beat, hubiera sido motivo suficiente para que esta metrópoli portuaria en el noroeste de Gran Bretaña fuera considerada Capital Europea de la Cultura por todo un año. Finalmente Liverpool no sólo está ligada a la carrera de la banda más famosa del mundo sino que otras como The Rolling Stones, The Kinks y The Who recibieron su bautismo de fuego en la Mathew Street.
"El legado de los Beatles ayudó, pero con eso sólo no nos queríamos presentar frente al mundo", dijo Paul Newman. Una persona con idéntico nombre que la estrella de Hollywood es portavoz de la Compañía Cultural de Liverpool, una suerte de centro de operaciones para la transformación de una ciudad que languidecía junto al río Mersey, en una metrópoli cultural.
Thatcher, una pesadilla
Lo que se ha logrado aquí en tan pocos años es asombroso. La ciudad junto al Mersey había quedado postrada por más tiempo que otras regiones industriales debido a la espiral del desempleo y la falta de esperanzas. La revolución que encabezó Margaret Thatcher no se detuvo en Liverpool. "Maggie nos odiaba" refiere Phil Hughes, alcalde de la ciudad. "Porque aquí gobernaba el ala trotskista del Partido Laborista. Las inversiones fluían en todas direcciones menos hacia Liverpool."
Finalmente venció el pragmatismo y la cultura fue la cuerda con la que Liverpool logró salir del pantano. Como en ninguna otra ciudad británica se promovieron aquí espacios y actividades culturales, a pesar de los problemas sociales. La periódica bienal de arte moderno, la visita gratuita a las galerías de arte, el teatro y la filarmónica hicieron de Liverpool la segunda ciudad del reino en oferta cultural.
Esto llamó a inversores privados a participar del plan. En la sede de la Unión Europea, en Bruselas se coincidió con el concepto de Capital Europea de la Cultura para 2008 con oídos y bolsillos abiertos. Finalmente también llegó la ayuda desde Londres. Así fue como los "Liver Birds", símbolo de la ciudad de más de 800 años, dejaron de señalar épocas de quebrantos para transformarse en señores de los cielos.
Bautizo alemán
Los "Liver Birds" que adornan remeras y la bandera del club de fútbol FC Liverpool, se enseñorean en el nuevo lugar de recreo para turistas, el reconstruido barrio del puerto junto al Dique Alberto. Se le llamó así en honor del marido alemán de la reina Victoria, quien lo había inaugurado. En el Dique Alberto, junto al flamante edificio de conciertos y deportes, la galería de arte Tate Liverpool, filial de la Tate Londres invita a conocerla.
Hay allí muchísimos bares y restaurantes. Y en el Museo Marino de Merseyside, cobra vida la historia de la navegación. Hondas impresiones deja el Museo Internacional de Esclavos, que instruye sobre el tráfico transatlántico de esclavos, entre África y América, en el que Liverpool fue la más importante ciudad de tránsito.
Una de las fortalezas de esta ciudad portuaria -fue la primera "metrópoli multicultural" de Europa- sigue siendo que sus diferentes colectividades se relacionan bien entre sí. El primer barrio chino de occidente nació en esta ciudad. Gentes de África, Asia, el norte de Europa y de islas vecinas como Irlanda, y más tarde también del Caribe llegaron al puerto de Mersey para quedarse para siempre.
Las autoridades de la ciudad de Liverpool prometieron más de 300 espectáculos para el año de la Capital Europea de la Cultura, desde espectáculos callejeros hasta el megashow musical "The Liverpool Sound". Naturalmente también habrá espacio para figuras locales como Simon Rattle, actual director de la Orquesta Filarmónica de Berlín, y los dos ex Beatles Paul y Ringo. "Estoy orgulloso de la ciudad", explicó McCartney. "Y me alegro de poder darles a todos ustedes la bienvenida".
La ciudad alemana de Essen será capital cultural de Europa en el año 2010.