Berlusconi anuncia dimisión
8 de noviembre de 2011Este 8 de noviembre, al caer la noche en Roma, el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, dejó saber a los medios que el primer ministro, Silvio Berlusconi, renunciaría a la jefatura del Gobierno en cuanto los diputados le den el visto bueno a la nueva Ley de Presupuesto. Napolitano aseguró que Berlusconi estaba consciente de las implicaciones de haber perdido la mayoría parlamentaria este martes (8.11.2011), pero algunos analistas políticos perciben esta dimisión postergada como una táctica para ganar tiempo.
Y es que la votación para aprobar la nueva Ley de Presupuesto en el Parlamento está pautada para finales de noviembre. ¿Esconde Berlusconi un as bajo la manga? No necesariamente. Umberto Rossi, líder del partido Liga Norte, que es miembro de la coalición de Gobierno, admitió que había recomendado la renuncia de Berlusconi por primera vez desde que arreció la crisis fiscal italiana, aunque no con efecto inmediato. “Hoy no pasará nada”, comentó Rossi.
Berlusconi recomienda elecciones adelantadas
Poco después del anuncio de Napolitano, el propio Berlusconi apareció en la televisión italiana. “Tras la aprobación de esta ley financiera, que tiene todas las enmiendas que nos pidió Europa, renunciaré para permitir que el jefe de Estado abra consultas”, dijo el primer ministro, agregando que la única solución “realista” para la crisis que atraviesa el país es la celebración de elecciones adelantadas en la primavera boreal de 2012. No parece inquietarle que la oposición tenga las mayores probabilidades de ganar esos comicios.
En todo caso, el jefe del Gobierno italiano ha rechazado categóricamente la idea de formar un Gobierno de unidad nacional apuntalado por tecnócratas, como lo han recomendado numerosos políticos y analistas financieros, confiando en que los tecnócratas en cuestión tendrán mejor disposición para aprobar medidas de austeridad impopulares antes de los próximos comicios para elegir a un nuevo jefe de Gobierno, pautados para 2013.
Una sesión parlamentaria decisiva
Este lunes (7.11.2011), dentro y fuera de Italia, muchos daban por sentado que el hombre fuerte de Roma cedería a las presiones y renunciaría a la jefatura del Gobierno sin mayores demoras. Sólo sus más allegados sabían que “il Cavaliere” no dimitiría antes de dar la pelea en la Cámara de Diputados este 8 de noviembre; allí se votaría a favor o en contra de las cuentas públicas de 2010 y se comprobaría si Berlusconi seguía teniendo la mayoría absoluta en el Parlamento italiano.
Pero, este martes (8.11.2011), cuando quedó claro que el primer ministro no contaba con respaldo suficiente entre los legisladores para seguir gobernando a sus anchas, hasta sus más íntimos deben haberse percatado de que al septuagenario no le quedaba otra salida. Las cuentas públicas de 2010 fueron ratificadas con 308 votos porque los 321 opositores de centroizquierda se abstuvieron de emitir los suyos. Sin embargo, a Berlusconi le faltaron ocho votos para obtener el apoyo de “la mitad más uno” en la Cámara de 630 miembros.
No faltó quien pidiera dimisión
El magnate de los medios comenzó la jornada de este 8 de noviembre reuniéndose con varios disidentes de su partido y escuchándoles pedir su dimisión. El día continuó sin muchos cambios; antes de la votación y después de ésta, tanto su ministro de Reformas, Umberto Rossi, como el líder del opositor Partido Demócrata, Pier Luigi Bersani, lo instaron a renunciar. Su debacle en el Parlamento fue seguida por reuniones de emergencia con sus socios de coalición y con el presidente de Italia, Giorgio Napolitano.
Fue en el marco de estos encuentros a puerta cerrada que Berlusconi tomó la decisión de abandonar la jefatura del Gobierno italiano. Percibido ampliamente como un hombre vanidoso, “il Cavaliere” parece haber encontrado la manera de convertirse de nuevo en el centro de atención del mundo, aún en las circunstancias más aciagas.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Rosa Muñoz Lima